BUENOS AIRES.- El sacerdote argentino Cristian Vázquez, que ayer fue condenado a once años de prisión por abuso a una menor, será expulsado de la Iglesia una vez el papa Francisco ratifique la decisión tomada por el Tribunal Interdiocesano de Neuquén (sur), informaron este jueves a Efe fuentes de la diócesis.
“La decisión ha sido la de la expulsión. Dado que la sentencia ha sido tan grave requiere de una confirmación de parte del santo padre. Es lo que se llama una sanción expiatoria perpetua”, declaró a Efe el obispo de la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego -donde se produjeron los hechos-, Emilio García Cuerva, sobre una decisión que trasmitieron al Vaticano hace dos meses.
El sacerdote de 39 años, que siempre defendió su inocencia, escuchó ayer el veredicto que lo condenaba a once años de cárcel por los delitos de abuso sexual agravado y abuso sexual con acceso carnal agravado por unos hechos cometidos en 2013 a una niña que entonces tenía 13 años en la sureña ciudad de Río Grande.
Aparte, Vázquez deberá afrontar la decisión del tribunal eclesiástico, que, como relató el obispo Cuerva, opera de forma paralela e independiente al sistema civil.
“Él tuvo una acusación tanto en el ámbito civil como en el ámbito canónico. (…) En el mismo momento en que se tuvo noticia con carácter de verosimilitud de que el sacerdote haya cometido alguna conducta delictual se comenzó la investigación preliminar”, añadió el prelado.
Esta investigación fue conducida por el anterior obispo en el cargo, Miguel Ángel D’Annibale, junto a otros dos sacerdotes externos a la diócesis que actuaron como investigadores tomando testimonios y recabando pruebas de acuerdo al protocolo que establece el Vaticano.
Los resultados de las pesquisas fueron transmitidos debido a la gravedad de los hechos y la implicación de menores de edad, a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que decidió realizar un proceso judicial a cargo del tribunal eclesiástico local que terminaría por ordenar la expulsión del sacerdote.
Desde la diócesis argentina esperan a la ratificación del papa, que debería producirse “en no mucho tiempo” para proceder a la expulsión del sacerdote, que se mantenía suspendido de sus funciones.
El obispo Cuerva afirmó que las decisiones tomadas están en sintonía con las normas recogidas el último protocolo del Vaticano, que “cada vez son más duras” y permiten “mayor celeridad” en los procesos.
El pasado febrero, el Vaticano acogió una cumbre -en la que participaron 114 representantes de las Conferencias Episcopales- para tratar los abusos a menores, de la cual salieron ocho pautas que el papa Francisco difundió y que otorga mayor potestad a las autoridades eclesiásticas locales para sancionar a los infractores.
“La Iglesia hoy tiene que estar en una postura de muchísimo compromiso con las víctimas y por supuesto que también previniendo. Habrá que volver sobre la formación humana integral psicológica de quienes son candidatos al orden sagrado”, concluyó García Cuerva.
En Argentina existe una Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico que contabiliza al menos 40 casos de curas abusadores en todo el país.