El periodismo dominicano, aún con sus debilidades, es uno de los más avanzados literariamente en América Latina, pero no se está extrayendo su esencia nacional para así alimentar a nuevos cerebros.
Es verdad que hay algunos que sólo piensan en cómo serán más ricos en recursos económicos, pero hay otros que hacen lo posible para enriquecerse de ideas renovadoras, de cómo puede seguir avanzando el país en materia de formación y qué hacer para que gran parte de las nuevas generaciones, en edad o desarrollo ideológico, puedan tomar el camino literario.
Cuando decimos nuevas generaciones, en edad, es porque hay muchos jóvenes que, por el motivo que sea, no tienen ideas claras de lo que deben ser en la sociedad y envejecen sin dar los frutos que se suponía serían aportes para el progreso.
Otros, de edades más avanzadas, llegan al final aportando ideas, haciendo de su pensamiento manantiales de agua eterna y cultivando el celebro para el logro de una patria cada vez más grande en espíritu de bondad.
Y, para hacer causa común con estas ideas, consideramos importante que la Seccional Santiago del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), la actual directiva o la que asumirá por dos años, haga las gestiones necesarias con el Ministerio de Cultura, con la finalidad de que el Concurso de Ensayo Periodístico René Fernández Almonte, del cual participan algunas ciudades del Cibao, con Santiago como anfitrión, sea convertido en Premio Nacional de Periodismo Literario.
Ese cambio permitiría que participen periodistas de todo el país. También sería importante incluir varios géneros o subgéneros. Ya tenemos el ensayo y sería ideal introducir la poesía, pero el que no esté interesado en éstos, entonces tenga abierto todo el campo literario para competir.
Debe ampliarse el jurado, el cual-hasta el momento-está compuesto por tres distinguidos miembros de Santiago, bajo la presidencia del licenciado Edwin Espinal. Lo ideal sería que el número se aumente a siete: Tres para Santiago, uno para el Sur, otro para el Este, un sexto para Santo Domingo y el séptimo para el Noroeste.
Para más transparencia, hay que prohibir que la directiva del CDP sea la que reciba los sobres que contienen los trabajos a competir, debido a que es improcedente. Los sobres deben ser entregados directamente a los jueces, por lo que la directiva debe convocar a los competidores y al jurado para un día determinado, como sucedía antes.
Si por una u otra razón un competidor no puede estar presente, puede enviarlo con una persona de su confianza, la cual debe hacerle entrega directamente al jurado. ¡Así no hay dudas!
Cuando la directiva recibe los trabajos y miembros de esa misma organización están participando en el concurso, los demás siempre tienen la duda de si su material fue entregado o no a los jueces.
Si el CDP y el Ministerio de Cultura se ponen de acuerdos para convertir el Concurso de Ensayo Periodístico en Premio Nacional de Periodismo Literario, sería importante la creación de cinco premios en vez de tres, dejando sin efectos las menciones.
En el caso del jurado, sus miembros deben establecer que si se compite en ensayo o poesía, para poner dos ejemplos, no debe permitirse citas de acontecimientos, como está ocurriendo en el caso del primero, en virtud de que eso hace que en el género se cree un disturbio literario.
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