SANTO DOMINGO. A sólo diez días de la muerte del raso de la Policía, Paúl Encarnación Mejía, quien fue asesinado el pasado 30 de octubre en Los Guaricanos, las autoridades han enviado a prisión a seis implicados en ese crimen, mientras que uno de los supuestos responsables cayó en un “intercambio de disparos”.
La noche del pasado jueves, la Oficina de Atención Permanente de la provincia Santo Domingo dictó tres meses de prisión preventiva contra los dos policías involucrados en la muerte de Encarnación Mejía y de su hijo, un menor de dos años de edad.
Los dos agentes involucrados, a los que, además, destituyeron de la institución, son los cabos Antonio Jhoemi Suárez y Pedro Girón de la Rosa, quienes fueron enviados por decisión de la magistrada Mary Ramírez, a ser recluidos en la Cárcel de Operaciones Especiales.
El raso Paúl Encarnación Mejía fue asesinado el pasado 30 de octubre mientras sostenía a su hijo de dos años en brazos, quien resultó gravemente herido y falleció días después.
Un mes antes de haber sido ultimado, Encarnación Mejía había rechazado un soborno durante el decomisa de 24 paquetes de marihuana, razón por la que residentes en Los Guaricanos creen que su muerte estuvo vinculada con ese hecho, aunque la Policía insiste en que fue un intento de robo.
El agente Encarnación Mejía había sido reconocido el 10 de septiembre por el director de la Policía, Ney Aldrin Bautista Almonte, por haber rechazado el soborno por la droga decomisada en el tramo carretero Haras Nacionales-Monte Plata, en Villa Mella.
Paúl Encarnación Mejía se convirtió en el cuarto policía muerto por gatilleros motorizados en Los Guaricanos en lo que va de año. El 25 de octubre pasado fue abatido por dos hombres a bordo de una motocicleta el sargento policial Roberto González Sentil, de 29 años, quien también se transportaba en una motocicleta junto a su esposa Reina de Paula, de 34 años, que resultó herida de bala en el abdomen.
El 10 de mayo, tres gatilleros motorizados acribillaron al primer teniente retirado Bonifacio Arcángel Ramírez, de 51 años, en supuesto intento de asalto.
En tanto que el 25 de enero el también primer teniente pensionado de la uniformada, Cristian Canario Berigüete, de 41 años, fue asesinado en circunstancias parecidas.