50 días han pasado desde que a las 11:11 del domingo 16 de febrero, el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, anunciara la suspensión de las elecciones municipales ordinarias por fallos técnicos presentados en los equipos del voto automatizado que se utilizarían en 18 demarcaciones.
Según las palabras de Castaños Guzmán en ese momento, la mayoría de los equipos presentaron problemas al momento de cargar las boletas automatizadas haciendo que solo aparecieran uno o dos candidatos.
De inmediato las acusaciones de sabotaje y fraude entre el oficialismo y la oposición no se hicieron esperar mientras la sociedad civil exigía al órgano Electoral una explicación sobre lo ocurrido, mediante numerosas protestas en la Plaza de la Bandera, justo al frente de la sede principal de la JCE.
Aunque las autoridades dominicanas llevaron a cabo una investigación y la JCE suspendió a su director de informática, Miguel Ángel García, la oposición le quitó validez a ese proceso en más de una ocasión, solicitando la intervención de organismos internacionales.
El 21 de febrero, el Gobierno dominicano instruyó a la Organización de Estados Americanos (OEA) para investigar el fallo en el sistema de voto automatizado y dejando suspendidas en efecto la investigación del Ministerio Público.
La semana siguiente, la JCE y la OEA firmarían las bases del acuerdo que daba apertura a la auditoría que realiza el organismo Internacional.
La auditoría, según lo dicho en la ruede de prensa de ese día, consiste en la toma de manera aleatoria 80 equipos del voto automatizado de las suspendidas elecciones.
De esos 80 equipos serán elegidos veinte aparatos que nunca presentaron inconvenientes, veinte que presentaron fallas y nunca se arreglaron, veinte maquinas que estuvieron defectuosas, pero finalmente funcionaron y veinte que pertenecían a la parte de respaldo.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, indicó en ese momento que la misión principal de esta auditoría técnica es identificar las causas que provocaron el fallo en los equipos que se utilizarían en 18 demarcaciones.
También añadía que esos trabajos no iban a entorpecer en el montaje de los comicios extraordinarios realizados el 15 de marzo.
Un día después, el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Pedro Brache, anunciaba que dicha auditoría no estaría lista hasta después de las elecciones de marzo. Brache daba la información luego de reunirse con los miembros de la misión técnica de OEA.
La República Dominicana está en el conteo regresivo para las elecciones presidenciales y congresuales del 17 de mayo, y han pasado 20 días desde la celebración de los comicios extraordinarios y aún la OEA no ha dado los resultados de dicha auditoría ni tampoco planteado una fecha para informar dicho hallazgo.
Inclusive, la entidad internacional no se ha expresado sobre el tema desde el pasado tres de marzo, a pesar de que su misión técnica, encabezada por Eduardo Frei permaneció en el país hasta después de celebradas las elecciones del 15 de marzo.