La lucha medioambiental para frenar los pies al gigante del cambio climático ha sufrido duros golpes durante el primer año de Donald Trump al frente de la Casa Blanca, en el que Estados Unidos ha dado un giro de 180 grados.
La salida del Acuerdo de París, la eliminación del Plan de Energía Limpia contra las emisiones, los recortes en políticas medioambientales, la expansión de las zonas abiertas a perforaciones petrolíferas y la reducción de parques naturales para su explotación son las principales decisiones tomadas bajo el mando de Trump.