SANTIAGO.-El sometimiento a las justicia de dos médicos en Santiago, por supuesto abuso sexual contra pacientes, los golpes y heridas propinadas por estudiantes a sus compañeros en Bayaguana y Bahoruco en el Sur del país, muestran un incremento de la pérdida de valores y la violencia, aspecto que hay que prestarle atención.
Los galenos, del área de la ginecología, que en las últimas dos semanas han sido enviado a prisión preventiva, son los doctores Rafael Arturo Cid, a quien las autoridades judiciales impuso tres mese de prisión preventiva y Alberto Paulino Guareño, en contra de quien las autoridades cantaron seis meses.
Aunque las damas que les acusan de supuestamente haber cometido dicha acción, no han dado la cara, las autoridades acogiendo las peticiones del Ministerio Público, les han privado de su libertad, lo que hace entender que existen indicios comprometedores.
De ser cierta la denuncia se trata de un asunto grave, porque entre el médico y el paciente tiene que existir un nivel de confianza basado en el respeto, porque cuando alguien acude donde un facultativo de la medicina proporciona informaciones que deben ser muy confidentes, por lo que debe haber un grado de respeto absoluto.
A pesar de que hay que esperar que las autoridades judiciales con las investigaciones de rigor determinen la veracidad de la denuncia, no es menos cierto que estas informaciones llevan intranquilidad a la sociedad, que cuando le corresponde acudir al médico lo hará con cierto temor.
Esta misma semana, las autoridades conocieron la solicitud de medida de coerción contra el joven de 18 años que golpeó una compañera de estudio, de 15, en una escuela de Bayaguana, luego que un juez emitió en su contra una orden de arresto.
El joven Daniel López Vásquez fue entregado por su progenitor, cuyo nombre no fue ofrecido por la Policía, en la parada Mamá Tingo del Metro de Santo Domingo, ubicada en Villa Mella, Santo Domingo Norte.
El juez que conoce el caso aplazó para este miércoles el conocimiento de la medida de coerción que ha solicitado el Ministerio Público para el acusado.
El caso más reciente es la denuncia de la estudiante, que le propinó ocho puñaladas a una compañera de clases, embarazada de 16 semanas, en el liceo secundario Cabeza de Toro, en el municipio de Tamayo, provincia Bahoruco. La agresora se dio a la fuga en un motor que tenía estacionado frente al centro educativo.
Si la comunidad nacional reaccionó indignada porque Daniel López golpeó en el aula, en presencia de la profesora, a una compañera de clases en el liceo Morayma Veloz de Báez, del municipio de Bayaguana, en la provincia Monte Plata, no saldrá de su asombro con lo sucedido a una estudiante de 15 años de esta comunidad, que fue herida de ocho puñaladas por otra alumna.
Sobre el hecho, que ha consternado a los habitantes de este sector, preocupa la forma en que las autoridades del distrito escolar de Tamayo y la Regional 18, de Neyba, del Ministerio de Educación, la Policía Nacional y la Procuraduría Fiscal del Departamento Judicial de esa demarcación les están dando seguimiento al caso ocurrido en el liceo secundario de aquí, hace alrededor de 15 días.
Conforme a informaciones obtenidas por los medios, pese a que hace dos semanas de lo sucedido, todavía las autoridades no han informado a la opinión pública de este hecho grave, que cuestiona la seguridad de las escuelas del país.
Estos hechos sumado a otras muertes violentas que se han registrados en los últimos días, en diferentes puntos, muestran que el país registra un alto índice de violencia y pérdida de valores.