WASHINGTON. El presidente Donald Trump llegó al hospital militar Walter Reed el viernes para su primer examen médico como presidente, en el cual se someterá a un examen físico en medio de insinuaciones de que no es apto mentalmente para el puesto.
La caravana del mandatario arribó al mediodía a la unidad médica ubicada en Bethesda, Maryland, a las afueras de Washington. Sin embargo, lo que solía ser un examen bastante rutinario para los presidentes anteriores, ha adquirido una importancia desmesurada en la época de Trump, debido al tono de algunas de sus publicaciones en Twitter, comentarios atribuidos a algunos de sus asesores cercanos y la reciente mala pronunciación de palabras en sus discursos en la televisión nacional.
Algunos de los comentarios fueron publicados en un nuevo libro sobre el primer año de Trump como presidente de Estados Unidos, “Fire and Fury: Inside the Trump White House”, por Michael Wolff, que la secretaria de prensa de la residencia presidencial calificó como “una completa fantasía” por indicar que su jefe de 71 años es indisciplinado.
El mismo Trump ha rechazado tajantemente cualquier insinuación de que no está apto mentalmente y se ha declarado a sí mismo como “un genio muy estable”.
Se tiene previsto que el examen médico dure varias horas y revise aspectos como la presión arterial, el colesterol, el nivel de azúcar en la sangre, ritmo cardiaco y peso del mandatario.
La Casa Blanca indicó que está programado que el médico de Trump, el doctor Ronny L. Jackson, emita un comunicado el viernes después del examen, luego dé una lectura detallada de la prueba el martes y responda a las preguntas de los medios de comunicación.
No se prevén conclusiones sobre su agudeza mental. La Casa Blanca dijo que Trump no se someterá a un análisis psiquiátrico. Los funcionarios no abordaron otro tipo de revisión o evaluaciones de su estatus cognitivo que examina las funciones neurológicas, incluida la memoria. Las evaluaciones cognitivas no son rutinarias en los exámenes físicos estándar, aunque recientemente se cubrieron en las visitas anuales de bienestar del programa de asistencia médica para los ancianos, Medicare.
Aunque los exámenes médicos no son obligatorios, los últimos presidentes generalmente se someten a ellos y publican el reporte del doctor que los declara “aptos para el deber”.
Por DARLENE SUPERVILLE y KEN THOMAS, Associated Press