El presidente estadounidense, Donald Trump, ha retenido más de 100,000 páginas de información sobre su candidato a ocupar una vacante en el Tribunal Supremo, el juez conservador Brett Kavanaugh, días antes de que inicie su audiencia de confirmación en el Senado, informaron ayer medios locales.
La decisión de la Casa Blanca de no publicar estos documentos fue revelada en una carta enviada al Comité Judicial del Senado estadounidense el viernes, a la que el diario The Washington Post tuvo acceso hoy.
La información, que fue recopilada durante el mandato del expresidente George W. Bush (2001-2009), fue revisada por un equipo de los abogados del exmandatario y posteriormente por la actual Administración.
En esa misiva, el letrado Bill Burck, que sirve como representante de los registros presidenciales de Bush, señaló que un total de 101.921 páginas no se entregarán al comité judicial porque la Casa Blanca cree que “están protegidas por el privilegio presidencial”.
De acuerdo con su relato, el Departamento de Justicia de EE.UU., que sí ha autorizado la entrega de más de 267,000 páginas sobre Kavanaugh, ha ordenado, no obstante, que se retenga esa parte de información.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, catalogó ayer este movimiento de Trump como “la masacre de documentos del viernes por la noche”, según un comunicado de su oficina.
“La decisión del presidente Trump de intervenir en el último momento y ocultar 100,000 páginas de los registros del juez Kavanaugh al público estadounidense no solo no tiene precedentes en la historia de las nominaciones de la Corte Suprema, sino que tiene todas las características de un encubrimiento”, apuntó Schumer.
“¿Qué están tratando de esconder tan desesperadamente?”, añadió.
Trump nominó el pasado 9 de julio a Kavanaugh para cubrir la vacante de magistrado del Tribunal Supremo abierta tras el anuncio de jubilación del derechista moderado Anthony Kennedy.
Kavanaugh ha sido hasta ahora juez del Tribunal de Apelaciones del Circuito para el Distrito de Columbia, en Washington, y ha destacado por sus vínculos con las Administraciones de la familia Bush.
Su nominación ha causado mucha controversia en los sectores más liberales de la sociedad estadounidense, que han señalado al juez como una amenaza al derecho al aborto, entre otras cuestiones.