Un video en YouTube de una función de la WWE se ve a un réferi en la lona y a Vincent Kennedy “Vince” McMahon, el “jefe, el queso grande… el perro de arriba”, como lo definen en el sitio oficial de esa empresa, gritándole que se levante.
Luego Trump aparece en primer plano gritando: “¡fuera de aquí!”, y tras unos segundos se acerca a Mr. McMahon –como se le conoce cuando lucha el también locutor, comentarista y productor cinematográfico–, lo jala del cuello y lo tira al piso para soltarle ¡uno, dos, tres, cuatro, cinco puñetazos en la cabeza!
El enfrentamiento en el ring, realizado en 2007, continúa y el equipo de Trump gana la batalla, lo que desata la celebración eufórica del empresario.
Al video que se titula “Donald Trump supera a Vince McMahon”, le sigue uno más: “Donald Trump aplasta, supera y rapa a VinceMcMahon en Luchamanía XXII”, en éste se puede ver al republicano gritar de emoción y a McMahon sufrir su derrota, sobre todo porque sería rapado por el propio Trump, quien muestra la máquina de afeitar en todo lo alto del cuadrilátero.
Esos no son los únicos momentos memorables en la WWE del que será el nuevo presidente de los Estados Unidos, pues en el sitio web de la empresa se exhibe una galería a la que titularon:“Los grandes momentos de Donald Trump”.
La batalla entre Trump y McMahon fue un espectáculo, como lo es la lucha libre en sí, admirada por millones y denostada por millones más, pero lo que podría ya no ser un “show” tan divertido, es que el presidente electo intente “llevarse” el cuadrilátero a la Casa Blanca.
La esposa del “perro grande”, Linda McMahon, de 68 años de edad, quien fundó la franquicia que ahora preside su marido, fue elegida por el republicano para liderar la Administración de Pequeños Negocios, un departamento federal que apoya a las pequeñas empresas con asesoría y créditos.
Quizá no sea ilegal, pero muchos se preguntarán qué ha hecho ella en la política, tampoco es que sea una amateur, aunque lo parece, pues ha intentado ser senadora en Connecticut en 2010 y 2012.
Ella es considerada una mujer exitosa, pues ayudó a formar un imperio, superando la pobreza que vivía en Carolina del Norte.
Más allá de su capacidad como empresaria que, según un perfil de “Forbes”, ha demostrado que lo tiene, lo interesante es cómo la amistad de Trump es un elemento clave para elegir a sus colaboradores. Y ella lo confirma.
“Una vez que eres su amigo, es leal hasta el final, es un amigo muy leal”, le dijo Linda a Associated Press.