NUEVA YORK. Donald Trump convirtió el jueves su primer viaje a su ciudad natal como presidente en un momento de celebración, al regresar a la entidad que se ha opuesto mayormente a él durante el festejo de la aprobación en la Cámara de Representantes de una ley que revoca gran parte de la ley de atención de la salud de su predecesor.
Trump obtuvo sólo 18% de la votación en Nueva York en la elección presidencial de noviembre. Se realizaron varias manifestaciones pequeñas en la ciudad durante su visita, algunas visibles desde la caravana presidencial mientras pasaba Wall Street y los famosos rascacielos de Manhattan.
Su visita fue más corta de lo previsto en un principio, para que pudiera conmemorar la aprobación de la cámara baja a la iniciativa de ley de atención de la salud del Partido Republicano con una conferencia de prensa en el Jardín de Rosas y con la Casa Blanca animosa por la aparición de una victoria después de unos accidentados 100 primeros días en el cargo.
Al estar agendado para permanecer sólo pocas horas en Manhattan, no se esperaba que Trump visitara su vivienda en la Trump Tower y pospuso varias horas su primera reunión con el primer ministro australiano Malcolm Turnbull.
“Tenemos una relación fantástica, además de que amo Australia”, dijo Trump después de una reunión breve con Turnbull. Luego minimizó la beligerante llamada telefónica que tuvo con él en febrero, y calificó los reportes sobre tensión como “noticias falsas”.
Los líderes tenían agendado hablar a bordo del USS Intrepid, un portaaviones fuera de servicio atracado en el río Hudson, para conmemorar el 75to aniversario de una batalla de la Segunda Guerra Mundial que reforzó los vínculos entre Estados Unidos y Australia. Los buques de guerra y aviones de combate de ambas naciones se enfrentaron a los japoneses del 4 al 8 de mayo de 1942, forzando la retirada de la Marina de Guerra de Japón por primera vez en la guerra.