El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó hoy que “ningún régimen y ningún dictador deberían subestimar la determinación de EE.UU.”, en un discurso ante las tropas de este país en la base aérea de Yokota (oeste de Tokio).
Trump se pronunció así tras su llegada a Japón para iniciar su visita de dos días al archipiélago nipón, la primera parada de su amplia gira asiática, y que estará centrada en tratar el problema norcoreano y en estrechar las relaciones bilaterales con Tokio.
Aunque no hizo ninguna mención directa a Corea del Norte, Trump advirtió de que “ningún país puede imponerse a las capacidades militares estadounidenses”, y señaló que las tropas de EE.UU. “no vacilarán ni un ápice ante cualquier amenaza”.
Durante su viaje a bordo del Air Force One, Trump afirmó que la amenaza de Corea del Norte será uno de los “temas principales” de su gira, y añadió que se trata “de uno de los mayores problemas para Estados Unidos y para el mundo, por lo que queremos resolverlo”, en declaraciones recogidas por la Casa Blanca.
“Los últimos 25 años han sido de debilidad total, por lo que ahora apostamos por un enfoque muy diferente”, dijo Trump sobre el endurecimiento de su retórica a la hora de lidiar con el régimen que lidera Kim Jong-un.
Añadió que tiene previsto tomar “muy pronto” una decisión sobre la inclusión de Corea del Norte entre los países considerados “patrocinadores del terrorismo”.
Durante su intervención ante el personal de Yokota, el presidente estadounidense hizo hincapié en la importancia de la alianza Japón-EE.UU., y ensalzó los “enormes sacrificios” realizados por las tropas estadounidenses desplegadas en Asia “que han contribuido a la paz y a la estabilidad” de la región.
“No se me ocurre un lugar mejor para comenzar mi gira asiática que esta base”, dijo Trump, quien señaló que Yokota “es una de las mejores bases operacionales del mundo”, desde donde se lanzaron operaciones “cruciales” durante la Guerra de Corea (1950-53) o la misión de ayuda tras el terremoto y el tsunami que devastaron Japón en marzo de 2011.
Japón es un “aliado y socio fundamental, además de un bello país con gente maravillosa”, dijo Trump, quien declaró su “profundo respeto y gran admiración por su cultura y por su honrosa historia”, ante los miles de soldados de Yokota que recibieron sus palabras con vítores y proclamas patrióticas.
Trump ofreció este discurso pocos minutos después de descender del avión a las 10.38 hora local (1.38 GMT), y justo antes de la intervención se cambió la chaqueta del traje por una cazadora militar con las insignias de “comandante en jefe” de las Fuerzas Aéreas del Pacífico.
Desde Yokota, el presidente estadounidense embarcó en un helicóptero Marine-1 para dirigirse al club de golf Kasumigaseki Country Club de Saitama (norte de Tokio), donde le recibió el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Tras un almuerzo en este club junto a Abe y al golfista nipón Hideki Matsuyama, actual número cuatro en la clasificación mundial, los tres disputarán una ronda de golf, según la agenda oficial.
Abe afirmó que durante el encuentro espera “dedicar tiempo al problema de Corea del Norte”, así como a “profundizar en los lazos de amistad y a construir una relación más fuerte”, en declaraciones recogidas por la cadena estatal NHK.