WASHINGTON. – Con la nominación del general John Kelly el gabinete de Donald Trump contará con tres militares en posiciones de gran influencia, según resalta este jueves el portal digital de la cadena Univisión.
Se trata de un perfil muy diferente a las administraciones anteriores, donde la mano del Pentágono estaba fuera del Salón Oval, indica la publicación.
El general James Mattis quien en 2013 dejó el servicio activo es el nominado para secretario de defensa; el general Michael Flynn un férreo crítico del liderazgo de Barack Obama en la lucha contra el terrorismo es el nominado para asesor de seguridad nacional y ahora Kelly, quien lideró el Comando Sureste, fue nominado como secretario de seguridad nacional.
Uno de los preceptos más arraigados en la democracia estadounidense es el control civil de las fuerzas armadas. Expertos temen que la presencia de demasiados generales en el gabinete de Trump dañe ese principio básico, según Univisión
“Es una preocupación. Traer a ex militares a la Casa Blanca puede difuminar la línea entre civiles y el control militar. Hay una razón por la que las leyes prohíben que los generales retirados se incorporen al gobierno al salir del Pentágono”, aseguró Dennnis Goldford, profesor y director del departamento de ciencia política en la Universidad de Drake.
En el caso de Mattis, la ley especifica que si un ex militar ocupa el puesto de secretario de defensa necesita tener al menos siete años fuera de servicio activo. Mattis se retiró en 2013.