El presidente de EEUU, Donald Trump, llegó hoy a Manila para participar en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde se abordarán entre otros asuntos el programa nuclear de Corea del Norte o el terrorismo del Estado Islámico (EI).
Trump participará en una cena de gala antes de que el lunes comience la agenda de trabajo de este foro regional que este año cumple su 50 aniversario.
El mandatario, que clausurará en Filipinas su primera gira asiática tras visitar Japón, Corea del Sur, China y Vietnam, tiene previsto participar también en el Foro de Asia Oriental, el martes, y mantener encuentros bilaterales con mandatarios, entre ellos el presidente filipino, Rodrigo Duterte.
Trump llegó procedente de Vietnam, donde anticipó que su participación en Manila va a ser “muy especial” y adelantó que debatirá en la ASEAN “la creciente amenaza de Corea del Norte”.
En Vietnam, Trump participó en otra cumbre, la del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), y luego realizó una visita de Estado a ese país asiático.
Se espera que el inquilino de la Casa Blanca en Manila busque en los países de la región, que mantienen fuertes lazos comerciales con China, apoyos a su estrategia de presionar a Pekín para que aisle aún más al régimen norcoreano de Kim Jong-un con el objetivo de forzarlo a abandonar las armas nucleares.
Trump también abordará previsiblemente la cooperación de EEUU con los países de la ASEAN para neutralizar el terrorismo del EI en la región, que está presente en el sur de Filipinas -donde recientemente se produjo un conflicto con más de un millar de muertos- y en Malasia e Indonesia.
La ASEAN está formada por Birmania (Myanmar), Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, pero en Manila también habrá reuniones bilaterales y multilaterales entre EEUU, China, Corea del Sur, Japón, India, la Unión Europea (UE) y la ONU.
El presidente de EEUU también celebrará una reunión bilateral con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, un encuentro que ha despertado expectación dado el explosivo carácter de ambos líderes.
Concretamente, se espera que ambos mandatarios aborden la polémica “guerra contra las drogas” del filipino que ha dejado en un año y cuatro meses más de 6.000 muertos, de ellos casi 4.000 sospechosos abatidos por la policía, según datos oficiales.