El presidente de EE.UU., Donald Trump, espera un plan de su gabinete sobre qué hacer con el alivio migratorio que su predecesor, Barack Obama, concedió a unos 750.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, conocidos como “soñadores” (“dreamers”), aseguró hoy la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ya sugirió este lunes que deportar a los llamados “soñadores” no será una “prioridad” en la política migratoria de Trump, quien prefiere centrarse en expulsar a aquellos indocumentados “que tengan un historial criminal o que presenten una amenaza para el pueblo estadounidense”.
Pero eso no aclaraba si Trump cancelará o no la orden ejecutiva de Obama conocida como DACA, que ha permitido a cientos de miles de jóvenes indocumentados tener la garantía de que no serán deportados, aunque sin llegar a regularizar su situación migratoria, algo que solo puede hacer el Congreso estadounidense.
“Con respecto a DACA, creo que él (Trump) se está asegurando de que su equipo, a nivel de gabinete, empieza a organizarse y crear un plan para avanzar con respecto a ese asunto, y en ese punto estamos ahora”, dijo hoy Spicer durante su conferencia de prensa diaria.
El portavoz de Trump no dio más detalles sobre el contenido de ese plan o sobre si ya ha comenzado a elaborarse, y se reafirmó en su mensaje de que deportar a los “soñadores” no será una prioridad del nuevo presidente.
En la práctica, Trump podría acabar con el decreto de Obama y aún así no deportar a los “soñadores”, quienes simplemente perderían la garantía de protección que les ha dado seguridad y les ha permitido continuar sin miedo con sus estudios y su carrera laboral.
Tras ganar las elecciones del 8 de noviembre pasado, Trump afirmó que expulsaría a los indocumentados que tienen “antecedentes penales”, cerca de tres millones, en vez de al total de 11 millones de inmigrantes sin papeles que hay en Estados Unidos y a los que prometió deportar durante la campaña.