El presidente de Estados Unidos apoyó oficialmente este lunes al candidato del partido Republicano al Senado Roy Moore, acusado por varias mujeres que haber abusado de ellas cuando eran aún menores de edad.
Hasta el momento, el presidente -él mismo acusado de manoseos indebidos por una docena de mujeres- había definido como “problemáticos” los alegatos contra Moore, un juez ultraconservador y fanático religioso, que es candidato al Senado por Alabama y que fue titular de la Corte Suprema de ese estado.
Sin embargo, Trump terminó por apoyar al controvertido candidato por considerar que la elección del aspirante del partido Demócrata a la misma plaza del Senado sería “un desastre”.
Este lunes, Trump se comunicó telefónicamente con Moore, con quien discutió detalles de la campaña senatorial en Alabama, y terminó por ofrecerle formalmente su apoyo, informó la Casa Blanca.
“El presidente tuvo una excelente llamada con el juez Roy Moore durante la que discutieron la carrera electoral de Alabama y el presidente ofreció su apoyo a la campaña”, expresó Raj Shah, secretario de prensa adjunto de la Casa Blanca.
Moore apareció el sábado al frente de un sondeo divulgado por la red ABCNews, con 49% de las intenciones de voto contra 43% del demócrata Dough Jones, aunque otro estudio del Washington Post indicaba ventaja de 50% a 47%, dentro del margen de error.
A pesar de su largo historial de controversias como juez de la Suprema Corte, Moore era el favorito para quedarse con la banca en disputa al Senado, vacante después de que el legislador conservador Jeff Sessions asumiera como Fiscal General.
Pero rápidamente surgieron denuncias de comportamiento abusivo desde la época en que Moore era apenas un fiscal local, con poco más de 30 años de edad, y que incluyen a muchachas de hasta 14 años de edad.
El escándalo puso a la Casa Blanca en una disyuntiva difícil.
De un lado, dejó a Trump ante la necesidad de apoyar a un hombre público acusado de asedio sexual y comportamiento indecente, al igual que el propio mandatario.
De otro lado, los Republicanos tienen una mayoría mínima en el Senado sobre los Demócratas, de 52 a 48 bancas, y una derrota en Alabama prácticamente forzaría al partido del presidente a negociar cualquier votación.
El propio líder del partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, pidió que Moore se retire de la campaña electoral por las denuncias.
Al tiempo que otro senador conservador, Cory Gardner, alertó que el Senado podría votar por la expulsión de Moore, si resulta electo.