El presidente, Donald Trump, sostiene que las acusaciones por sus supuestos vínculos con Rusia son una “patraña” y dijo que el Congreso debería investigar al matrimonio Clinton y no a él.
En una serie de mensajes esta madrugada en Twitter, el presidente atacó a su exrival en los comicios, Hillary Clinton, y al expresidente Bill Clinton (1993-2001) por las relaciones que, en su opinión, estos establecieron precisamente con Rusia.
“¿Por qué el Comité de Inteligencia de la Cámara (de Representantes) no está investigando el acuerdo de Bill y Hillary que permitió que mucho uranio fuese a Rusia, el dinero ruso por conferencias a Bill, el “reseteo” con Rusia de Hillary, los elogios de Hillary a Rusia o la Compañía Rusa Podesta?”, dijo el presidente.
“La historia rusa de Trump es una patraña”, agregó, tras citar ese abanico de acusaciones contra los Clinton, algunas de ellas falsas de acuerdo con Politifact, un portal dedicado a verificar la veracidad de las afirmaciones de los políticos.
El presidente escribió estos mensajes mientras las pesquisas de la Cámara de Representantes y del Senado por sus supuestos vínculos con el Kremlin han alcanzado ya a su círculo más íntimo, concretamente a su yerno y asesor, Jared Kushner.
Según el diario The New York Times, Kushner se reunió con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, tanto durante la campaña electoral como en el período de transición que va entre noviembre y el 20 de enero, cuando el mandatario asumió el cargo.
Además, a petición de Kislyak -quien también mantuvo contactos con Michael Flynn, dimitido ex consejero de Seguridad Nacional-, se reunió en diciembre con el banquero ruso Serguéi Gorkov, consejero delegado del banco nacional ruso Vnesheconombank y graduado de la academia de los servicios secretos rusos.
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado investigan los supuestos intentos de Moscú de influir en las elecciones a la Casa Blanca de noviembre en las que Trump se impuso a Clinton así como los presuntos vínculos de la campaña republicana con el Kremlin. EFEUSA