SAN CRISTÓBAL. El Primer Juzgado de la Instrucción de esta jurisdicción dictó un Auto de No Ha Lugar a la apertura a juicio del exteniente coronel de la Policía Nacional, Johan Emilio Liriano Sánchez, quien fue acusado de formar parte de una presunta red al servicio del narcotráfico, lavado de activos y el sicariato en el país.
La jueza Rosa Mateo fundamentó su decisión “por ser insuficientes los elementos probatorios aportados por el Ministerio Público para sustentar la probabilidad de una condena en un juicio de fondo”, por cargos que tipifican los ilícitos penales de lavado de activos y complicidad en homicidio voluntario.
La decisión, que acoge una petición de los abogados de la defensa de Liriano, Luz Díaz Rodríguez y Arístides Trejo, también beneficia a Miguel Ramón Saviñón Toribio. La magistrada dispuso el cese de las medidas de coerción dictada en contra de los imputados.
Mediante resolución No. 319-2014, dictó auto de apertura a juicio en contra de Lorenzo Guzmán Martínez, Máximo Javier Guerrero (Tito), Julio Alejandro Castillo García (Julito), Henry Johnny Gallego Cárdenas (Paisa y/o El Colombiano) y Antonio Reynoso Rodríguez (La Gata).
El grupo está acusado de complicidad y asociación malhechores para cometer homicidio voluntario, en perjuicio del sargento de la Policía, Luis Méndez Sepúlveda, Abraham de los Santos Rodríguez, Juan Félix Cordero Febles (Copelín) y Edgar Rafael Rijo Astacio (El Maestrico), así como el Estado dominicano.
Declaró en estado de rebeldía y ordenó el arresto, conducencia, y dispuso la colocación de impedimento de salida en contra de Salomón Eusebio Rosario (Piki), quien fue citado y no compareció a audiencia sin justificación. El presunto narcotraficante jefe de una red de sicarios a la que se le atribuye más de 50 asesinatos por encargo, fue arrestado en enero pasado en el aeropuerto El Dorado de Bogotá (Colombia), cuando alegadamente intentaba abordar un vuelo hacia México.
La acusación fue presentada por los fiscales Diomerys Soto Valdez, Francis Valdez, Nicasio Pulinario y Pedro Medina Quezada, quienes solicitaron enviar a juicio a los imputados. Establece que el 16 de septiembre del 2013, Rijo Astacio supuestamente le realizó varios disparos con arma de cañón corto a Cordero Febles, que le causaron la muerte.
Agrega que el hecho ocurrió en una finca ubicada en el sector El Porquero del paraje Santa María, municipio de San Cristóbal, luego que alegadamente éstos, acompañado del imputado Castillo García, en horas de la madrugada del 18 de septiembre presuntamente sacaron el cadáver de Cordero Febles, lo montaron en la parte trasera de una camioneta, y lo trasladaran hacia unos cañaverales en el municipio de Yaguate, donde fue lanzado y quemado.
La acusación del expediente
La acusación indica que durante la investigación se pudo determinar que Juan Félix Cordero Febles (Copelín) y Edgar Rafael Rijo Astacio (Kiko y/o El Maestrico) residían juntos en la finca ubicada en el sector El Porquero del paraje Santa María, presuntamente propiedad de Yanneris Abreu Jáquez y el teniente coronel Johan Emilio Liriano Sánchez, los cuales alegadamente simularon la venta al imputado Lorenzo Guzmán Martínez. Dice que también se determinó entregar la propiedad al supuesto dueño, Henry Johnny Gallego Cárdenas, quien alegadamente era empleado de la finca.