El jefe de la Protección Civil italiana, Fabrizio Curcio, explicó hoy que están a la espera de las notificaciones de los alcaldes de las localidades afectadas por los terremotos en el centro de Italia para saber de eventuales daños.
Los tres fuertes terremotos y sus réplicas registrados no han provocado de momento ni daños materiales significativos ni víctimas entre la población, según datos de las autoridades.
El Cuerpo de Bomberos informó de que han llegado centenares de llamadas tras el terremoto, pero ninguna pidiendo ayuda por situaciones graves.
Los medios de comunicación informan de pequeños derrumbres en las localidades de Campotosto, Laringo y Poggio Cancelli, en L’Aquila, pero sin que se hayan producido heridos.
El gran problema en la zona es la nieve que ha caído en los últimos días ya que se acumulan hasta dos metros en algunas localidades, lo que está produciendo enormes problemas para poder llegar a la zona.
Los seísmos tuvieron una magnitud de 5,1, 5,5 y 5,4 en la escala Richter, según la revisión anunciada por el Instituto de Geofísica y Vulcanología italiano (IGVN).
El primer terremoto fue de magnitud 5,1 y se produjo a las 10:25 hora italiana (9:25 GMT) con epicentro en las localidades de Montereale, Capitignano, Campotosto, todas en provincia de L’Aquila, región de Los Arruzzos, y Amatrice, en provincia de Rieti, región del Lazio.
Posteriormente se advirtió el más fuerte de toda la actividad sísmica de la mañana, que alcanzó una magnitud de 5,5 a las 11:14 hora italiana (10:14 GMT) y minutos más tarde llegó una nueva sacudida de 5,4, según los datos proporcionados por el IGVN.
La zona de esos nuevos temblores está próxima a donde se produjo el devastador terremoto del 24 de agosto que causó 299 muertos y destrozó poblaciones enteras, como Amatrice, Accumoli y Arquata.
También se registraron otros dos fuertes temblores el 30 de octubre en la localidad de Norcia, que no produjeron víctimas pero sí numerosos daños materiales.