Claribel Quezada, una joven estudiante de 16 años, y Willy López, un rescatista de la Defensa Civil, mejoraron su calidad de vida luego de recibir trasplantes de córneas en el Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot).
Quezada padecía de queratocono desde los 9 años de edad, una degeneración corneal progresiva en la que la estructura hemisférica normal de esa parte del ojo se transforma en un cono a causa de un adelgazamiento de la zona central.
Este padecimiento provoca que la visión sea cada vez más borrosa a medida que avanza, lo que impedía a la adolescente residente en Monte Plata incluso distinguir lo que sus profesores escribían en la pizarra.
Ella buscó infructuosamente dónde realizarse la cirugía por tres años, hasta que se colocó en una lista de espera para recibir un trasplante de donante cadavérico en Cecanot, centro que forma parte del complejo de la Ciudad Sanitaria Dr. Luis E. Aybar, y que fue inaugurado el 17 de abril del 2008.
Se sometió a una primera cirugía a sus 15 años en el ojo izquierdo y siete meses después en el derecho.
Saturnino Mercedes, padre de la adolescente, dijo que su hija pudo quedar completamente ciega si no recibía ese trasplante de córnea, por lo que exhortó a realizar campañas para establecer en el país una cultura de donación de órganos, a fin de crear conciencia en la población sobre la importancia de desprenderse de lo que no se necesita luego de fallecer.
Mientras, López, de 25 años, pertenece a la Brigada de Respuesta de la Defensa Civil en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, y con los problemas visuales que comenzó a padecer desde los cinco años de edad ya se le dificultaba realizar su trabajo.
Cuenta que cuando comenzaba a anochecer era excluido de los operativos de rescate porque ya ni siquiera de día podía distinguir a las personas a una cuadra de distancia y se le hacía difícil incluso cruzar algunas vías por temor a ser atropellado por un vehículo.
“Yo le agradezco a la persona que donó sus córneas para mí en un momento en que estaba entre la espada y la pared porque mis ojos se apagaban”, precisó López, quien el 15 de diciembre pasado fue sometido también en Cecanot a un trasplante de córneas.
Sin embargo, algunas de las preocupaciones de pacientes trasplantados de córnea son las gotas que deben usar luego de la cirugía para evitar complicaciones y un potencial rechazo del tejido. Las que usan López y Quezada cuestan cerca de RD$4,000.
López reveló que puede adquirirlas porque su padre residente en Estados Unidos le ayuda.
El paciente también necesita una prueba de lentes que cuesta alrededor de RD$5,000 y que no está cubierta por el Seguro Familiar de Salud.