Santiago.-La transformación que en los últimos años ha sufrido el sector comercial en Santiago, con llegada de los grandes supermercados, no sólo sacó del mercado, a almacenes de provisiones y pequeños establecimientos de este tipo, sino que junto a ello, afectó también otro sector como como las panaderías.
Esta nueva modalidad, denominada también como todo incluido, además de ofertar todos los productos, artículos, mercancías, como parte de la canasta familiar alimenticias; así como, calzados y tejidos, incluyó en su propuesta, una panadería y repostería, donde el cliente puede encontrar el pan en toda su variedad y los bizcochos y otros derivados de la harina.
De ahí que pequeñas panaderías, diseminadas en populosos sectores de aquí, que solo se dedicaban a la fabricación de pan y galletas, fueron forzadas a salir del mercado y su clientela absorbida por estos nuevos establecimientos, que en los últimos años, cambiaron el sector comercial, en esta ciudad.
Hasta tres décadas atrás, el grueso de la compra y venta de las provisiones, estaban localizada en el entorno del hospedaje Yaque, diseminados en calles como las avenidas Fernando Valerio, Máximo Gómez, calle del Sol, Pedro Manuel Hungría, vía que bordeaban el principal mercado de intercambio de rubros agrícolas.
A inicio de la década de 1990, el proceso de transformación comercial, se inició en Santiago, con la llegada de cadena comercial, como la Sirena, del Grupo Ramos, que incluyó dentro de las tiendas, de tejidos y electrodomésticos, los supermercados, inicialmente en la calle del Sol.
Después de esto, fue construido en la avenida, Bartolomé Colón, el conocido Super Pola, un espacio más amplio, con disponibilidad de parqueos, para sus clientes; luego esta franquicia, amplio sus ofertas con la colocación de otros dos establecimientos comerciales.
A esta franquicia se siguió el Supermercado Nacional, que por primera vez se instaló en la avenida Salvador Estrella Sahdalá y más tarde abrió un segundo establecimiento en la avenida Juan Pablo Duarte, ambos con gran amplitud.
El proceso de expansión y transformación comercial, continuó, con la instalación del Supermercado Jumbo, en la plaza Colinas Moll y la última franquicia en llegar a esta urbe, fue el Supermercado Bravo
Con ellos compiten los centros comerciales locales, el Encanto, que por años mantuvo dos tiendas de calzados en la calle Duarte y luego incursionó en el renglón supermercado, su local de la calle Duarte, esquina Restauración, posteriormente instalando otro, en la autopista Duarte, próximo a la urbanización Embrujo III.
De otro lado está en operación, el Supermercado La Fuente, que desde sus inicios ha operado en el lugar del mismo nombre, es decir ampliación de la Circunvalación Sur y más reciente, abrió una segunda tienda en la avenida don Antonio Guzmán Fernández, al suroeste de la ciudad.
Como consecuencia de ese proceso, varios supermercados desaparecieron, mientras que otros que iniciaron un proceso de adecuación sobreviven, en medio de un comercio globalizado y de grandes capitales.
En el caso de los almacenes de provisiones, algunos se transformaron en supermercados y una gran parte despareció, mientras una minoría se mantiene operando, con mayor presencia en la principal arteria que fue el hospedaje Yaque.
Tras la llegada de los grandes centros comerciales, se produjo una descentralización, en cuanto a arteria comercial, dado que yo no sólo en el entorno de mercado hospedaje Yaque y el centro histórico de la ciudad, son el motor económico, sino que la construcción de numerosas plazas, han diversificados esta actividad productiva, como lo es el comercio.
En el caso de las panaderías más importantes, en Santiago siguen operando en el casco urbano las tradicionales, Panadería Reyes, localizada en la calle 30 de Marzo, esquina Independencia y Villamán, ubicada en ésta última calles, esquina calle Mella, entre otras, diseminadas, en otros puntos.