CHICAGO (AP) — Una fuerte tormenta invernal que ha paralizado partes del centro del país durante días con intensas nevadas que derribaron cables eléctricos, bloquearon carreteras y retrasaron centenares de vuelos arrojó al menos 15 centímetros (seis pulgadas) de nieve en el occidente de Michigan el miércoles por la mañana mientras se desplazaba lentamente hacia el este.
La tormenta, que el martes creó condiciones peligrosas para viajar en un área desde el extremo occidental de Oklahoma hasta los Grandes Lagos iba a permanecer otro día sobre Chicago y partes del centro-norte del país. Se esperaban hasta 30 centímetros (12 pulgadas) de nieve el miércoles por la noche en el norte de Nueva Inglaterra.
Unos 12 centímetros (cuatro pulgadas) de nieve pesada azotaron el área metropolitana de Chicago el martes, mientras que la nieve en algunos suburbios al norte de la ciudad alcanzó hasta 19 centímetros (7,5 pulgadas), dijo Matt Friedlein, del Servicio Meteorológico Nacional en el norte de Illinois. Una lluvia helada mantuvo las calles resbaladizas en la hora pico matutina del miércoles.
Otras partes del centro-norte del país fueron azotadas con más fuerza, con más de 38 centímetros (15 pulgadas) de nieve en partes de Oklahoma, hasta 30 centímetros (15 pulgadas) en Kansas y más de 33 centímetros (13,5 pulgadas) en Misurí. En Iowa, las autoridades advirtieron de peligrosas condiciones de viaje luego que las frías temperaturas creasen condiciones heladas en carreteras y calles.
El servicio meteorológico dijo que el miércoles por la mañana habían caído unos 15 centímetros (seis pulgadas) de nieve en Grand Haven y Muskegon en el oeste de Michigan, mientras que algunos suburbios de Detroit tenían acumulaciones de 10 centímetros (cuatro pulgadas). Las acumulaciones más altas en el estado, de hasta 20 centímetros (ocho pulgadas) estaban pronosticadas para la región rural de Thumb, rodeada en tres costados por el Lago Hurón.
Alimentada por un fuerte sistema de bajas presiones, la tormenta en forma de media luna comenzó el domingo en Texas y luego se desplazó hacia el norte. El lunes, condiciones de pérdida total de visibilidad en el norte de Texas hicieron virtualmente imposible el viaje por carretera, aunque las principales vías fueron reabiertas el martes cuando el sol comenzó a derretir el hielo y la nieve.
En Amarillo se registraron vientos con fuerza de huracán y cayeron 43 centímetros (17 pulgadas) de nieve. La nevada más intensa fue en Follett, Texas, con una acumulación de 53 centímetros (21 pulgadas).
El peso de la nieve derribó cables del tendido eléctrico y dejó sin electricidad a más de 100.000 viviendas y negocios. El miércoles por la mañana, unos 40.000 usuarios en Michigan estaban sin electricidad.
Al menos tres muertes fueron atribuidas a la tormenta, una en Oklahoma y dos en Kansas.