Corpus Christi (TX), 29 ago .- “Texas, Trump” fue el grito con el que cerca de mil personas recibieron hoy al presidente Donald Trump en su visita a una estación de bomberos de Corpus Christi (Texas), donde escenificó su solidaridad con los damnificados por el huracán Harvey.
El magnate neoyorquino respondió como él mejor sabe: dándole al público lo que quiere. Se subió a una plataforma y, a varios metros de la multitud, sacó una bandera de Texas y la ondeó durante unos segundos, un gesto que le sirvió para llevarse una larga ovación acompañada con el mismo cántico de “Texas, Trump”.
“Cuando un agente me pidió mi bandera de Texas no entendí para qué la quería”, dijo a Efe un emocionado Marcos Garza, que no se podía creer que el presidente de su país hubiese utilizado su enseña para jalear a las masas y expresar su solidaridad con Texas.
“Amo a Trump. Reconozco que soy un poco ignorante en lo que se refiere a política pero lo amo porque es nuestro presidente y es una celebridad”, indicó el joven residente de Corpus Christi después de llamar a su madre para contarle lo que había pasado minutos antes.
Apoyo al mandatario
La inmensa mayoría de las personas que fueron a recibir al presidente lo hicieron para “darle cariño” y mostrar apoyo al polémico presidente, que ha visitado Texas cuatro días después de que el huracán Harvey tocase tierra con vientos de 215 kilómetros por hora en Rockport, una localidad cercana a Corpus Christi.
Su respuesta a esta catástrofe natural está en el centro del debate nacional, ya que el mismo día que el ciclón impactó Texas, Trump declaró a Texas en estado de emergencia, lo que permite la movilización de ayuda federal para atender a los damnificados.
Pero también ese mismo día concedió el perdón presidencial al controversial alguacil de Arizona, Joe Arpaio, y tuiteó sobre el muro que pretende construir en la frontera con México.
“Trump hubiera entorpecido las labores de rescate y emergencia inmediatas si hubiera venido antes”, dijo a Efe Christian Cota, que llevaba una camiseta de apoyo al gobernante republicano.
“Su gestión del tiempo ha sido perfecta”, agregó.
Con él coincidió Rafael Silva, un hispano que no votó por Trump pero que está contento con su visita a Corpus Christi.
“Por encima de todo es nuestro presidente y es un honor que haya venido a nuestra ciudad a mostrar su apoyo, estoy muy agradecido”, indicó el hombre, de 62 años.
Hubo trifulca
Al concluir el acto con Trump, un pequeño grupo de manifestantes con pancartas contrarias al magnate se enfrentó a los asistentes, una trifulca que tuvo su final minutos después, cuando aparecieron los agentes policiales.
Corpus Christi se recupera a paso lento de las heridas causadas por el ciclón Harvey, el mayor huracán en llegar a suelo estadounidense desde 2005.
Si bien en la costa de Texas únicamente se tuvo que lamentar una de la decena de muertes ocasionadas de momento por Harvey en toda Texas, centenares de casas y comercios resultaron total o parcialmente destrozados en la zona.
Tras visitar Corpus Christi, Trump, a quien acompaña en su visita la primera dama, Melania, partió poco después a Austin, la capital de Texas, para informarse de la situación generada por Harvey, que ha anegado una tercera parte del condado de Harris, donde se encuentra la ciudad de Houston, la mayor del estado.
En Corpus Christi el presidente se reunió con el gobernador del estado sueño, el también republicano Greg Abbott; con los dos senadores federales por Texas, Ted Cruz y John Cornyn, y con el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long.
“Nunca nadie ha visto algo como esto”, dijo Trump en referencia a las “proporciones épicas” de las inundaciones que afectan al estado, pero agregó que aunque va a tardar años en restablecerse totalmente, “esto ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa”. EFEUSA