Aunque la cobertura de vacuna en el país ronda entre el 85 y 90% en niños, esa inmunización se va convirtiendo en una herramienta cada vez más olvidada en la medida que las personas crecen.
Esta realidad deja campo libre a enfermedades prevenibles por vacunas, entre ellas el tétanos, que en los primeros cuatro meses del año ha provocado la muerte de por lo menos ocho personas y ha afectado a 19, de los cuales 16 son hombres mayores de 35 años. En neonatal el país registra cero casos durante varios años.
A esta enfermedad, causada por una bacteria que se introduce al humano a través de heridas, son más vulnerables los adultos, especialmente que se dedican a labores agrícolas, en industrias, en construcción, y hay años en que entran a estas estadísticas los motociclistas que sufren lesiones al caer al pavimento o quemaduras. El director del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), doctor Zacarías Garib, explica que para tener una protección completa toda persona necesita cinco dosis de vacuna contra el tétanos, una a los dos meses de nacido, una a los cuatro y otra a los seis meses; luego una al año, otra antes de los cinco años y la otra en la adolescencia la cual le protege por 10 años.
Dice que a partir de ahí debe vacunarse cada 10 años, sobre todo las personas vulnerables, por lo que cree pertinente que todo empleador sobre todo en las áreas de construcción, agricultura, industrias, socorristas, entre otros, debe establecer ese requisito y que las aseguradoras de salud deben cubrir la misma como forma preventiva.
Señala que la vacuna contra el tétanos es de costo mínimo pero el tratar un paciente con la enfermedad es sumamente costoso. “con lo que se trata un paciente se pueden vacunar dos provincias completas”, dijo.