En los momentos actuales, el partido de la Liberación Dominicana (PLD) vive momentos de mucha tensión a espera de los resultados de las encuestas para seleccionar su candidato o candidata a la Alcaldía de Santiago.
Una tensión que parece incrementarse de horas en horas y donde seguidores de Fernando Rosa, Monchy Rodríguez y Aura Toribio revelan mutuamente destalles que sólo sirven para agregar más tensión.
Esperemos que todo salga bien allí y que las aguas retomen a la normalidad. Que las malquerencias del proceso queden atrás y los dirigentes e uno y otro grupo superan las mismas para seguir adelante.
Lo que todos sabían
Dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Santiago, y otras ciudades del país se dan cuenta ahora de los que todo el mundo les decía hace dos o tres años atrás. Ahora se dan cuenta que sólo no van a ningún lado y que sólo un aventurero se lanzaría a buscar candidaturas por un partido dividido y reducido a su máxima expresión.
La nueva estrategia ahora es buscar un acuerdo entre el PRD y el PRM para llevar candidaturas comunes.
Ahora ese grupo no quiere ver que le cuenten los votos de las próximas elecciones. Qué bien!
¿Pero no era mejor conservar la unidad y evitar lo irremediable? Quiera Dios que no le haya cogido tarde en sus planes y que como decía mi padre, “los planes se le vuelvan planazos”.
División y Disminución opositora
Todo el mundo sabe que la oposición está diezmada, reducida y dividida como consecuencia de los múltiples errores, el oportunismo rampante y la insensatez con que se han desarrollado a lo largo de los últimos años.
Lo penoso es que ellos lo saben, pero no pueden superar los vicios de sus errores y siguen reproduciendo en todos los fragmentos de sus aventuras.
La razón por la que están diezmado y reducido, no sólo por la división que obviamente lo reduce por una ley matemática sino porque proyectan la duda, el desconcierto y la desconfianza de la población.
Es decir, que ninguno de los proyectos reúne las condiciones para motivar a la población de que podría ser una opción viable políticamente, ni a corte ni mediano plazo.
La misma desgracia
La misma suerte la vive el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). Ellos están atrapados en su propia trampa y no pueden permitir que les cuenten los votos.
No pueden crecer ni pueden ser tomados en serios por una población que se da cuenta de que no hacen nada en serio, excepto el oportunismo para calar posiciones de estado.
Pero tampoco pueden permitir que les cuenten los votos y en medio de sus afanes por ser las cabezas negociadoras se siguen dividiendo y reduciendo.
Parece que cada época tiene lo suyo.