ISLAMABAD (Reuters) – Los talibanes de Pakistán han amenazado con enviar atacantes suicidas y francotiradores para asesinar al ex presidente Pervez Musharraf cuando regrese el domingo del exilio para las elecciones.
En un vídeo al que tuvo acceso Reuters, Adnan Rasheed, que participó en un intento anterior de matar a Musharraf, advirtió: “Los muyahidin del islam han preparado un equipo especial para enviar a Musharraf al infierno. Hay atacantes suicidas, francotiradores, una unidad especial de asalto y un equipo de combate cuerpo a cuerpo”.
Musharraf enfureció a los talibanes y a otros grupos integristas al unirse a la guerra estadounidense contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y por lanzar diversas redadas contra los integristas en Pakistán.
El domingo tiene previsto regresar al país tras un exilio autoimpuesto de cuatro años en Dubái y Londres, a tiempo para participar en las elecciones parlamentarias del 11 de mayo.
Musharraf se hizo con el poder en 1999 mediante un golpe de Estado y dimitió nueve años después cuando sus aliados perdieron unas elecciones y el nuevo gobierno amenazó con recusarlo. Dejó el país un año después.
Este antiguo general podría ser arrestado acusado de no proporcionar la seguridad adecuada para la ex primera ministra Benazir Bhutto, que fue asesinada por integristas en 2007, y por otros casos.
Pero su principal preocupación podrían ser los talibanes, que quieren venganza por las campañas militares que puso en marcha contra los fundamentalistas que quieren derribar el sistema apoyado por Estados Unidos e imponer su versión rigorista del islam.
“Cuando la muerte del chacal está aproxima se acerca al pueblo”, dijo Rasheed, que fue uno de los 400 prisioneros que consiguió escapar de una prisión en una operación integrista en 2012.
Los fundamentalistas se enfurecieron especialmente por el asalto de las fuerzas de seguridad de Musharraf sobre la gran Mezquita Roja de Islamabad en 2007 después de que los seguidores de unos clérigos radicales que dirigían un movimiento similar a los talibanes se negaran a rendirse.
El Gobierno informó de la muerte de 102 personas en el asalto al recinto.
“Los talibanes paquistaníes están completamente preparados para tratar con este faraón. Si Alá lo quiere, daremos a este diablo lo que se merece y daremos satisfacción a las víctimas de la Mezquita Roja”, dijo el portavoz talibán Ehsanullah Ehsan en el vídeo.
No está claro si Musharraf conseguirá recuperar cierta influencia en Pakistán, donde los principales contendientes a las elecciones son Nawaz Sharif, el hombre al que echó en el golpe militar, y el jugador de cricket convertido en político Imran Jan.
Pero sigue siendo ambicioso. Ha invertido en su partido político y al parecer ha estado intentando buscar apoyo de la influyente Arabia Saudí.
Mientras, en las calles de Pakistán aumentan las demandas para que acabe la corrupción, la pobreza y los cortes de luz. Musharraf, en el exilio en Dubái, vive en una zona lujosa.