SANTIAGO. Como si se tratara de la inevitable venida del Armagedón, término bíblico que aparece en el libro del Apocalipsis y que anuncia el fin del mundo, este sábado los supermercados de esta ciudad continuaban registrando ventas históricas, como consecuencia de la gran cantidad de clientes.
Y todo producto del aumento de personas oficialmente diagnosticadas con el covid-19, mientras que otras más están a la espera de que se determine si sufren o no esa afección.
Como si todos los santiagueros se hubieran programado para ir a esos establecimientos comerciales para comprar todo lo que económicamente podrían, la tarde del jueves en esos sitios comenzaron a vivirse escenas inéditas en ese sentido.
De poco han servido las garantías que, en un comunicado en conjunto, hicieron público Pro Consumidor, la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) y la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) de que está garantizado el abastecimiento del mercado nacional.
Las compras excesivas de productos de servicio y comestible se mantuvieron por todo el día y la noche de este sábado, a ritmos similares a los del jueves y viernes, temiendo los administradores de los supermercados que la situación persista por los próximos días, lo que podría provocar un desabastecimiento general de imprevisibles consecuencias para la economía nacional.
Tan largas son las filas que se producen para pagar los artículos seleccionados que los clientes se ven en la necesidad de permanecer hasta dos horas para poder saldar las cuentas, lo que normalmente se toma no más de 15 minutos.
La situación no deja de ser tortuosa al momento de andar por las góndolas para adquirir los productos deseados, porque la tanta gente que se entrecruza en los pasillos con el mismo propósito, provoca taponamientos nunca antes siquiera imaginados.
Entre los artículos que más procuran las personas que saturan los supermercados están los de limpieza y antibacteriales, así como enlatados y agua embotellada, pasando por considerables cantidades de arroz, habichuelas, carnes, panes, huevos y embutidos.
