Santo Domingo.- Un total de 203 personas murieron entre abril y mayo en la República Dominicana por el consumo de clerén, una bebida alcohólica de fabricación clandestina, que estaba adulterada con metanol, informó este miércoles el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas.
Los nuevos datos representan 26 fallecidos más con respecto al último balance oficial, divulgado el pasado 12 de mayo por el propio Sánchez Cárdenas.
En total, de acuerdo con el funcionario, 326 personas se han intoxicado en el país desde principios de abril, cuando se informó de los primeros fallecimientos por ingerir esta bebida.
De los afectados, 291 son hombres y 35 mujeres, dijo el ministro durante una rueda de prensa virtual para ofrecer los datos sobre el coronavirus en la República Dominicana.
La tasa de letalidad es de 62,33 %, muy superior a la del coronavirus en el país, que se sitúa hoy en 2,86 %, tras 516 fallecidos de un total de 18.040 infectados.
Por ello, indicó Sánchez Cárdenas, es ‘muy importante’ continuar interviniendo las fábricas clandestinas dedicadas a la elaboración de este tipo de bebida, delito por el que han sido detenidas unas 28 personas, de acuerdo con datos de la Procuraduría General.
En algunos casos, la bebida fue ingerida por la creencia de que protege del COVID-19, según informaciones difundidas por el Ministerio de Salud Pública dominicano.
El clerén es un destilado de caña de bajo precio cuyo consumo está muy extendido en Haití, en la frontera dominico-haitiana, así como en zonas pobres en la capital dominicana.
El clerén no es letal en sí y no suele causar intoxicaciones graves, pero el que ha ocasionado las muertes estaba contaminado con metanol, un alcohol muy tóxico.
La contaminación por metanol puede ocurrir en el proceso de elaboración, como resultado del destilado de maderas, o si se mezclan disolventes en la bebida para abaratar el producto final, que en la República Dominicana también se conoce como tapa floja, tafia o triculí.