El número de muertos en Chile subió este viernes a 19, cinco de ellos extranjeros, cuando se cumple una semana de protestas en las calles del país contra el Gobierno de Sebastián Piñera, mientras los militares están a cargo del orden social y se mantienen los toques de queda nocturnos.
La nueva víctima es un ciudadano peruano que se encontraba en estado muy grave en el hospital desde hace tres días después de recibir un impacto de bala en el marco de un saqueo a un local comercial en la comuna (municipio) de Puente Alto, en el sur de la periferia capitalina.
Esta persona de nacionalidad peruana es el quinto fallecido extranjero durante la semana de protestas, junto a dos ciudadanos colombianos, otro peruano y un ecuatoriano, según las cifras oficiales del Gobierno.
El aumento del precio del pasaje del metro de la capital chilena marcó el inicio de una oleada de protestas que, con el paso de los días, despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por servicios de luz o gas, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, generando un estallido social desconocido en la historia reciente de Chile.
Las manifestaciones y protestas violentas han dejado, además, más de 500 heridos y casi 2.500 detenidos y han puesto contra las cuerdas al Gobierno de Piñera, que el martes pasado pidió perdón y presentó una agenda social.
El presidente chileno decidió intervenir algunos puntos del modelo político, económico y social que provocan más rechazo en la ciudadanía, como las bajas pensiones, los altos precios de los medicamentos y la precaria salud pública.
En el marco de la violencias en las manifestaciones, Human Rights Watch (HRW) instó esta semana al Gobierno de Chile a que respete los derechos humanos a la hora de contener las protestas.