Snapchat ya nos sorprendió con un concepto de mensajería (primero) y red social (depués) diferente, y ahora ha hecho algo igualmente llamativo: sus gafas Spectacles permiten capturar pequeños clips de 10 segundos que luego se comparten en esta red social.
Los vídeos que han comenzado a aparecer demuestran cómo las Spectacles pueden ser efectivamente una pequeña revolución en este segmento, pero tras ese efecto ‘wow’ se encuentra la misma sospecha que condenó —al menos en parte— a las Google Glass: la amenaza a la privacidad.
Compartir vídeo nunca fue más fácil (=!mejor)
Andy Milonakis es un youtuber con 10 millones de seguidores que llevaba esperando este tipo de dispositivo desde hace mucho tiempo. En Wired contaba cómo para algunas de sus bromas en vídeo usaba gafas de sol con cámaras espía, pero la calidad era mala y “siempre era obvio que se trataba de gafas con cámara”.
Para este usuario las Spectacles han redirigido su atención: ahora publica menos en YouTube y mucho más en Snapchat, donde el vídeo solo está 24 horas y “no hay consecuencias a que esté sin filtrar y sea extraño porque desaparecerá relativamente pronto”.
Esa podría ser la clave de un dispositivo que como en el caso de los mensajes aprovecha el concepto de los contenidos efímeros. Pero ni son tan efímeros, ni eso libra a las Spectacles de ese debate sobre la privacidad… o el ruido.
Los vídeos de 10 segundos invadirán tu timeline
Los que han usado las Spectacles quedan encantados por otra de las grandes características de este dispositivo: ves algo, lo grabas y lo compartes de forma casi instantánea. Sin sacar el móvil del bolsillo, sin editar, sin filtrar, tal cual.
De repente, afirman quienes las usan, “si ves algo que mola, simplemente tocas el botón para guardarlo en tu cuenta de Snapchat”. Algunos incluso se aventuran a decir que esa facilidad de uso podría transformar nuestra forma de entender la tecnología.
En ese futuro el vídeo es el próximo gran paso. Comenzamos compartiendo cosas mediante un texto: escribíamos (y seguimos haciéndolo) en Facebook o Twitter. Más tarde llegaría el auge de la fotografía y de servicios como Instagram. Ahora lo que se plantea es que productos como las Spectacles invadirán nuestro timeline de vídeos de 10 segundos.
En Instagram pareció quedar demostrado que una imagen vale más que mil palabras. Las Spectacles quieren apostar por ese formato de contenidos de vídeoque van aún más allá, algo que resulta sorprendente si tenemos en cuenta que Vine, que era un concepto similar —aunque con mucho más esfuerzo creativo— pronto podría acabar en el olvido.
¿Alguien se acuerda de las Google Glass?
Las Spectacle nos devuelven a ese pasado reciente en el que las Google Glass parecían prometer un futuro en el que todos llevaríamos un dispositivo con una cámara conectada en nuestra cabeza. Aquello fracasó por varios motivos, pero uno de ellos fue, sin duda, la amenaza que muchos vieron a la privacidad de las personas.
Las Google Glass acabaron desinflándose, y las críticas a esa posible invasión a la privacidad fueron numerosas. En Inglaterra, por ejemplo, los cines prohibieron llevarlas puestas, y estudios como el de la firma Toluna indicaban cómo el 72% de los estadounidenses aseguraba que no usaría las Google Glass porque les preocupa su privacidad.
Como sucedía con las Google Glass, uno de los problemas de las Spectacles es que los usuarios podrían utilizarlas de formas no apropiadas. Es probable que compartir momentos “para todos los públicos” sea mucho más fácil, pero también lo es compartir momentos con un contenido ética o moralmente reprobable. Cosas que podrían hacerse virales con aún más facilidad y que obviamente amenazan con un abuso de este dispositivo.
Es cierto que las Spectacles no ofrecen esa posibilidad de grabar vídeo de forma continua, y también que teóricamente esos contenidos son efímeros (se pueden capturar para ser guardados para siempre con aplicaciones adicionales en el móvil), pero nuevamente estamos ante un caso en el que los usuarios no se plantean todo lo que están haciendo.