Soldados fuertemente armados y en vehículos de combate han sido desplegados en distintos puntos de esta capital y otras ciudades, como parte del nuevo operativo de las autoridades con el fin de reducir los crecientes niveles de delincuencia y criminalidad en la República Dominicana.
Están, fundamentalmente, en las entradas y salidas de barrios marginados requisando vehículos y personas, a las cuales exigen cédula, licencia de conducir y otros documentos.
Esta acción, sin embargo, en vez de ser elogiada ha comenzado a desatar críticas, fundamentalmente de conductores de vehículos, quienes cuestionan la forma en que actúan los soldados.
Prolongación de la Avenida Independencia y el avenida Cayetano Germosén, en el polígono suroeste de la Capital, cómo empleados que se dirigían temprano a trabajar, eran mandados a parar por uniformados, en actitud amenazante.
Conductores expresaban quejas pues entendían que los soldados actuaban de manera indiscriminidada y sin ningún criterio, desconociendo aparentemente el perfil de un delincuente.
“Simplemente, mandan a parar de manera indiscriminada. Es por eso que el operativo antidelincuencia no surtirá ningún efecto positivo y, de seguro, el remedio será peor que la enfermedad”, dijo un entrevistado.
A pesar de este operativo, en el que participan miles de uniformados, los atracos han continuado en la República Dominicana. El más resonante de ellos ha sido cometido en un restaurante ubicado a dos casas del edificio donde vive el presidente Danilo Medina, en la avenida Enriquillo, de esta capital.
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