SANTIAGO.-La Sociedad Ecológica del Cibao reitera, que el problema de las inundaciones que se están produciendo en la ciudad de Santiago es el producto de un conjunto de acciones irresponsables, que en los últimos tiempos han realizado las distintas gestiones en la Alcaldía de la ciudad.
La junta directiva, que preside Crescencio Rivera explicó en conferencia de prensa que estos fenómenos naturales son cíclicos, pero encuentran en la ciudad, cada vez, mejores condiciones para generar situaciones catastróficas que afectan las condiciones de vida de los ciudadanos como inundaciones, deslaves.
“Esta no es una situación exclusiva de Santiago, sino que en todo el país se observan situaciones parecidas. Decenas de túneles, cajones y alcantarillados han sido construidos en todo el sistema fluvial de las ciudades del país, sin estudios hidrológicos, ni evaluaciones de impacto, ni de ningún tipo, muchas veces por caprichos o ambiciones de alcaldes e ingenieros-funcionarios”, expresó.
En el caso de Santiago, la ciudad cuenta con más de 60 cursos de agua fluviales (ríos, arroyos y cañadas, además de muchos cursos secos, transformados en cañadas de flujo permanente de aguas residuales). En todo este tramado hidrográfico se han estado construyendo irresponsablemente estructuras que obstaculizan su libre funcionamiento.
Las condiciones naturales han sido alteradas; las estructuras no tienen capacidad de conducción y la tasa de sedimentación reduce rápidamente su vida útil, debido a que tampoco las obras se diseñan con sistemas de mantenimiento.
Las inundaciones del Hospital Cabral y Báez, es el resultado de las obras construidas en la cañada de Julia y la alteración de todo el sistema pluvial natural. Junto al Cabral y Báez, se inunda todo ese entorno, incluyendo parte de Los Jardines, el Oquet y otros sectores, afectando varios centros de Salud y educativos, muchos negocios y un sin número de viviendas.
La cañada Julia nace donde ahora se encuentra el Huacalito y la terminal de autobuses Metro para después de hacer un recorrido de aproximadamente 3 kilómetros, desembocar en el rio Yaque del Norte en las inmediaciones de Baracoa, después de atravesar los sectores de Los Jardines Metropolitanos, El Oquet, Hoyo de Julia, Perelló y Pueblo Nuevo.
La cañada de Julia es alimentada por una microcuenca de 5,024 kilómetros cuadrados, que en la parte este se inicia en las proximidades de la empresa E. León Jiménez.
Por el sur, se inicia en las proximidades del Dominico Americano y por el suroeste en el entorno del Monumento a los Héroes de la Restauración, recogiendo, total o parcialmente, las aguas de sectores como La Esmeralda, La Trinitaria, Los Colegios, El Reparto Panorama, Villa Progreso, Reparto del Este, La Junta, Los Cerros de Gurabo, Los Jardines, El Oquet, Perello, Mejoramiento Social, Savica, Simón Díaz, Pueblo Nuevo, el Congo y parte del Centro Histórico de la ciudad de Santiago.
En una precipitación de 20 milímetros, se producen en esta cuenca cien mil metros cúbicos, de los que solo un 25% aproximadamente es retenido por el suelo por su alta impermeabilidad.
El resto, cerca de 75,000 m3, escurre en busca de su eje, la cañada de Julia; pero, dónde está la cañada de Julia, fue sepultada en diferentes administraciones y corre soterrada por pequeños conductos sedimentados con el tiempo.
Es por esa razón que ante eventos pluviométrico el sistema colapsa inmediatamente, porque depende de las rejillas de los imbornales que son parte de los ineficientes sistemas pluviales, los cuales dejan de funcionar inmediatamente se acumula un poco de basura.
Con las políticas irresponsables de muchas gestiones de realizar construcciones ilegales e irregulares en los cuerpos de agua, se han incrementado las áreas de la ciudad de Santiago que son vulnerables o propensas a las inundaciones en esas áreas que antes no se inundaban hoy se inundan.
Esos alcaldes actúan sin miramientos y sin los controles de los organismos del Estado responsables de controlarlos como el Ministerio de Medio Ambiente y de Obras Públicas, entre otros.
Hoy en Santiago más de 30 sectores tienen problemas de inundación o deslaves, por las intervenciones que se han realizado, tal es el caso de Hoya del Caimito, Los Rieles, Los Embrujos, Barrio Obrero, El Ensueño, Los Retiros, entre otros.
Demandamos del Gobierno Central establecer controles más estrictos sobre los Ayuntamientos.
Alertamos a toda la ciudadanía a que tomemos conciencia sobre estas construcciones irresponsables y exijamos que las mismas se realicen con criterios técnicos, porque a la larga son los ciudadanos los que terminan cargando con los sufrimientos, los riesgos y las tragedias.
Exigimos a los ayuntamientos detener la carrera loca de sepultar humedales y cuerpos de agua que tienen una función importantísima en la regulación hidrológica y ambiental de la ciudad.