Siria ha presentado al Consejo de Seguridad de la ONU “pruebas” que supuestamente vinculan a los opositores con el ataque químico de hace una semana que causó la muerte de cientos de personas a las afueras de Damasco.
“Hemos entregado a Naciones Unidas todas las pruebas y documentos que muestran que fue la oposición, no el Estado, la que utilizó armas químicas”, apuntó a los periodistas el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Miqdad, tras haber mantenido conversaciones con funcionarios de la ONU.
Miqdad explicó que el régimen sirio entregó ayer esas presuntas evidencias del ataque e insistió en que nunca usarían armas químicas contra su pueblo “en caso de que las tuvieran”.
Una misión de la ONU se encuentra actualmente en Siria -donde continuarán, en principio, hasta el sábado- para investigar varios casos de supuestos ataques químicos, de los que el régimen y la oposición se acusan mutuamente.
Los expertos visitaron hoy los suburbios de Zamalka y Yobar, en la periferia de la capital, para reunir testimonios y muestras del supuesto ataque, que fue denunciado por los opositores y coincidió con una ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra los rebeldes.
El equipo de la ONU, que estuvo el lunes pasado en la ciudad de de Al Muadamiya y fue disparado por francotiradores, tuvo que posponer a hoy su nueva visita a la periferia de la capital después de que ayer no pudiera hacerlo por razones de seguridad.
El Gobierno sirio ha negado en reiteradas ocasiones el uso de armas químicas contra la población, si bien Estados Unidos y otros países aliados están convencidos de la responsabilidad de Damasco en ese caso y han amenazado con lanzar una intervención militar.
El ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, retó ayer a esos países a demostrar que su ejército ha utilizado armas químicas contra los civiles y dijo que se defenderá de un eventual ataque “con todos los medios disponibles”.