El presidente del Comité Municipal en Santiago del Partido Justicia Social, ingeniero Silvio Durán, analizó el cuadro postelectoral en el país y destacó que los resultados de los comicios reflejan la fortaleza del liderazgo del presidente Luis Abinader, la debacle del PLD, la estabilidad del Leonel Fernández Reyna y el crecimiento de Julio César Valentín.
“Tenemos, -precisó- que felicitar al jefe de Estado porque logró la reelección en la primera vuelta y al mismo tiempo consolidó su condición de líder y estadista, en la medida generó confianza e inspiró a la mayoría de electores a sufragar en su favor”.
“Los ciudadanos le han otorgado el poder al mandatario por cuatro años más y estoy seguro que no defraudará a la población, pues, aplicará políticas públicas orientadas a profundizar los cambios que están en marcha desde el 2020 y trabajará para continuar elevando la calidad de vida de la gente”, advirtió.
“Reconocemos que el presidente Luis Abinader Corona, -comentó- afianzó su liderazgo y se consolida como un consagrado estadista que incide en la robustez de la democracia representativa y participativa”.
Y en cuanto al PLD expuso: “Un aspecto que hay que resaltar, a juzgar por los resultados electorales, es la debacle del Partido de la Liberación Dominicana, ya que de un 38 % de votos registrados en las elecciones del 2020 descendió a un 10 % y esto es consecuencia de la división e imposición de candidatos hijos y amigos de los miembros del Comité Político”, puntualizó.
Para Durán, la división del PLD en el 2020 provocó la salida del poder y también influyó en la disminución sustancial de votos en este 2024, porque de un 38 % redujo el sufragio a un 10 %, lo que refleja un “descalabro” electoral.
“Nunca estuve de acuerdo con la embestida contra Fernández Reyna, debido a que representaba el liderazgo para continuar en el poder y el tiempo me ha dado la razón, porque el PLD fracasó en las elecciones del 2020 y en los comicios de este 2024 la situación fue catastrófica”, afirmó.
“Recuerdo lo que ocurrió en la antigua Rusia, -precisó- cuando Vladimir Lenin, León Troyski y José Stalin se enfrascaron en una lucha por el poder, lo que produjo la división del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), y se crearon dos corrientes: los bolcheviques (mayoría) y los Mencheviques (minoría) y al final se impuso Starlin, pero al margen del centralismo democrático, por tanto, se frustró el proceso por la unidad y eso es lo que ocurre en el PLD”.
“Hoy, -planteó Durán- el Partido de la Liberación Dominicana requiere de una Perestroika, es decir, de una reestructuración y una renovación, con el objetivo de rescatar la disciplina, la formación de cuadros, reencontrarse con el pueblo, restauración del discurso ideológico, abandonar la práctica de imponer a candidatos allegados a los miembros del Comité Político, disminuir los comités Central y Político y erradicar el nepotismo político, porque solo así podrá recuperar la vocación de poder”.
Con relación a Leonel Fernández Reyna, subrayó que se evidenció su fortaleza y superioridad al PLD y sus dirigentes, en la medida alcanzó más de un millón de votos y demostró que está por encima de los peledeístas, incluido su presidente Danilo Medina, quien es un estratega y sus gestiones gubernamentales no fueron malas, pero no controlar manejar las ambiciones de sus colaboradores.
“Hoy, -planteó Durán- el Partido de la Liberación Dominicana requiere de una Perestroika, es decir, de una reestructuración y una renovación, con el objetivo de rescatar la disciplina, la formación de cuadros, reencontrarse con el pueblo, restauración del discurso ideológico y restaurar vocación de poder”.
“Sobre Julio César Valentín, -expuso- es oportuno establecer que ha logrado un crecimiento sostenible y una muestra de esto es que el Partido Justicia Social ha surgido como la cuarta fuerza política del país, a pesar de que la entidad se creó previo a las elecciones del pasado 19 de mayo”.
A su juicio, los éxitos de Justicia Social se deben que la política se trabaja como ciencia y eso garantiza la conjugación del pensamiento con la acción en base a tácticas eficaces en torno a una estrategia por el poder.
“Asimismo, -enfatizó- en Justicia Social se practica el centralismo democrático, se delegan funciones y se asumen los compromisos al unísono, por consiguiente, se ejecutan programas en bases a decisiones colegiadas y esto es una clara expresión de democracia interna”, aseguró Durán.