Luego de que los oficiales encargados de la investigación del atentado criminal contra Jordi Veras, expusiera en el marco del conocimiento del fondo del proceso, Francisco Alberto Carela Castro, uno de los siete implicados en el hecho criminal, pidió perdón a la familia.
Durante la escena en la sala de audiencia cuando el individuo pedía ser perdonado, Jordi estalló en lágrimas y el doctor Negro veras, su padre, quien estaba junto al Procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, no soportó y se marchó del tribunal.
Los altos oficiales que encabezaron la investigación y que sirvieron como testigos de cargo, explicaron al tribunal la forma como el empresario Adriano Román, supuestamente orquestó el plan criminal.
El general Héctor García Cueva quien para el día dos de junio el 2001, cuando ocurrió el hecho se desempeñaba como director de inteligencia; dijo que en la trama, Román y Francisco Alberto Carela, lograron contratar como sicarios al teniente de la Policía Roberto Zabala y la raso Candy Caminero Rodríguez.
El general García Cueva, quien actualmente es el comandante de la plaza de la provincia Santo Domingo, dijo que lograron con la investigación determinar que los que están implicados fueron los responsables.
En total, son ocho los altos oficiales que sirven como testigos, incluido el general de la Marina de Guera Wilfredo Ortiz, quien trabajó en la parte tecnológica en el proceso investigativo.