WARRI, Nigeria.AP— Shell cerró este miércoles la terminal responsable de exportar el crudo nigeriano de referencia Bonny Light y evacuó a los trabajadores de un campo petrolero amenazado debido a que los renovados ataques extremistas han obligado a reducir la producción en el país que produce más petróleo en África, informaron la compañía y un líder sindical.
Tres soldados que resguardaban las instalaciones fueron asesinados durante un intenso ataque el lunes, dijo el coronel Isa Ado, quien funge como portavoz de la Fuerza Militar Conjunta en el Delta del Níger, una región rica en petróleo y conflictos.
Shell comenzó el miércoles la evacuación de los trabajadores de su campo petrolero marítimo en Bonga luego de que recibieran una amenaza por parte de extremistas, detalló Ojobor Cogent, presidente regional del sindicato de trabajadores petroleros NUPENG. Cogent indicó que en el lugar se continúa con la producción de crudo.
El portavoz de Shell, Precious Okolobo, se rehusó a confirmar la evacuación y dijo que la compañía está “tomando todas las medidas posibles para garantizar la seguridad del personal y los contratistas”.
Okolobo dijo el miércoles que Shell declaró que las exportaciones de Bonny se detenían por causas de fuerza mayor a partir de las 1100 GMT del día previo —una maniobra que protege a la empresa de sus obligaciones contractuales_, bajo el argumento de que había una filtración en el oleoducto Nembe. El operador del ducto, Aireo Exploration, dijo que la línea resultó dañada durante uno de los ataques.
La producción petrolera de Nigeria se redujo de 2,2 millones de barriles diarios a 1,68 millones de barriles, indicó el grupo de evaluación de riesgo Eurasia Group, antes del cierre de las exportaciones de Bonny.
La semana pasada, una bomba provocó el cierre de la instalación de crudo y gas de Chevron en Escravos. La terminal de exportaciones de Shell en Forcados ha estado cerrada desde que un oleoducto submarino de exportación fue atacado en febrero pasado.
Un nuevo grupo, los Niger Avengers (Vengadores del Níger), se responsabilizó de los atentados. Quieren una mayor porción de la riqueza petrolera de Nigeria y están molestos por los recortes al programa de amnistía que les pagaba a los extremistas para que resguardaran las instalaciones que solían atacar.
Existen algunos indicios de que la violencia es propiciada por algunos políticos cristianos del sur petrolero del país, que se oponen al presidente Muhammadu Buhari, un musulmán de la región norte. El Eurasia Group afirmó que la sofisticación de los recientes ataques apunta a ese escenario e indicaría que el grupo Avenger “representa una mayor amenaza de lo que indicarían su escaso número de miembros y de apoyo comunitario”.