Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron sus ejercicios militares anuales a pesar de la amenaza de Corea del Norte de realizar ataques nucleares en respuesta a unas maniobras que califica de ensayo para una invasión.
Esta dura retórica de Pyongyang no es algo extraño. Pero la última advertencia se produce en un momento de gran tensión tras la deserción de un diplomático norcoreano de alto nivel y el plan estadounidense de establecer un sistema antimisiles de alta tecnología en Corea del Sur.
El ejército de Pyongyang dijo en un comunicado el lunes que convertirá Seúl y Washington en “un montón de cenizas con un ataque nuclear preventivo al estilo coreano” si muestran cualquier signo de agresión hacia territorios del Norte.
Las maniobras Ulchi Freedom Guardian comenzaron el lunes y durarán 12 días, en los que se ensayarán enfrentamientos en su mayoría simulados por computadora.