Hemos escuchado hablar tanto de pantallas flexibles en los últimos años, que han pasado a ser este tipo de tecnología de la que todos hablan pero que nadie le encuentra una verdadera utilidad en productos comerciales, todo se ha quedado en promesas e intentos que no terminan de despegar, como el caso del G Flex de LG y la familia Edge de Samsung.
Samsung ha sido una de las compañías que más ha mostrado prototipos de paneles flexible, desde las pantallas Youm de 2013, hasta rumores de posibles lanzamientos en 2014 y 2015; y este 2016 no se quiere quedar atrás, porque ya tenemos los primeros rumores de un supuesto Galaxy X, que sería una nueva familia de dispositivos con pantalla flexible que llegaría durante 2017, algo que empieza a tomar sentido con la reciente presentación de un nuevo panel AMOLED flexible.
Así es la nueva generación de paneles plegables de Samsung
Esta semana se está llevando a cabo la SID 2016 en la ciudad de San Francisco, una feria anual donde se presentan las innovaciones en el campo de las pantallas, donde Samsung ha mostrado nuevos paneles que podrían ser utilizados en sus próximos dispositivos.
El primero de ellos, y el más interesante, es un panel AMOLED de 5,7 pulgadas con resolución QHD (2560 x 1440 píxeles), un espesor de 0,3 milímetros, un peso de 5 gramos y un radio de curvatura de 10 milímetros, lo que permitirá enrollarla y así tener un nuevo diseño y forma de interactuar con un móvil.
Por otro lado, también se ha hecho el anuncio de dos paneles táctiles AMOLED de 13,3 y 14 pulgadas que han reducido su grosor en un 40%, lo que permitirá tener ordenadores portátiles y convertibles más delgados y ligeros. Asimismo también se dio a conocer que en los próximos días mostrarán un panel transparente y otro reflectante creado para espejos, tecnología que se presentó en etapa de desarrollo durante el pasado CES 2016.
Pero sin duda lo más atractivo es el panel AMOLED enrollable, que coincide casi en todos los rumores del Galaxy X, a excepción de la resolución 4K, lo que nos abre ante nuevas posibilidades y que también nos deja con muchas dudas, ya que no imaginamos como se podría utilizar un smartphone capaz de enrollar por ambas caras, a menos que se adapte como pulsera.
