Al cumplirse ayer el 67 aniversario de la Expedición de Luperón de 1949, fueron sepultados en su morada definitiva los restos de uno de los mártires de esa gesta, el nicaragüense Alejandro Selva.
El expedicionario, cuyo cuerpo fue encontrado en septiembre del año pasado en un predio agrícola en Luperón, Puerto Plata, recibió los honores militares y fue sepultado en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez, en el panteón donde descansan los demás mártires y héroes de aquel desembarco contra el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Con el hallazgo e inhumación de los restos de Selva se completa su historia. Este, junto al estadounidense George Scruggs, eran los únicos miembros de la expedición cuyos restos no habían sido localizados desde 1949. Desde la fecha que fue encontrado estuvo en el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), hasta ayer que fue colocado al lado de sus compañeros de lucha. Desafortunadamente los padres del extranjero, que luchó por la libertad del pueblo dominicano, fallecieron antes de que el cuerpo de su hijo fuera hallado.
Las honras fúnebres iniciaron en la sede del MMRD, desde donde fue trasladado al campo santo arropado por la bandera dominicana. Allí el Ministerio de Defensa rindió guardia de honor. Se tocaron los himnos nacionales de la nación que lo vio nacer, Nicaragua, y de República Dominicana, donde fue asesinado por las tropas deTrujillo.
La sepultura de los restos de Selva es razón de orgullo para el MMRD, que trabaja en la búsqueda de los desaparecidos del trujillismo, según su directora, Luisa de Peña. El acto solemne estuvo encabezado por el embajador de Nicaragua en el país, Nelson Artola, y Goerge Collins, hijo del expedicionario Scruggs.