Un grupo de senadores brasileños pidió acabar con el “aislamiento” que enfrenta en prisión el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva tras visitarle hoy en la celda de la sede policial de Curitiba donde está recluido desde el pasado 7 de abril.
Once senadores integrantes la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara Alta verificaron este martes las condiciones en las que se encuentra el exmandatario, de 72 años, y solicitaron a las autoridades dar más espacio para las visitas de amigos y familiares.
“Las condiciones que venimos a verificar son condiciones razonables, pero lo importante es que el expresidente está aislado allí en un último piso, cerrado y solitario”, declaró la senadora Regina Sousa, del Partido de los Trabajadores (PT) y presidenta además de la citada comisión.
Lula se encuentra recluido en una sala “especial” de quince metros cuadrados situada en el cuarto piso de la Superintendencia de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba (sur), donde cumple una pena de 12 años de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
“Tiene la necesidad de conversar”, apuntó Sousa en declaraciones a periodistas tras visitar al antiguo dirigente sindical, quien pasa sus horas en prisión leyendo “libros y las muchas cartas” de sus simpatizantes.
La presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, también miembro de la comisión, recordó que hay “muchos pedidos de visita” y que su actual estado de aislamiento supone una “flagrante falta de respeto de los derechos humanos”
“Lula no es un bandido, no es un ladrón, no es un criminal, ¿cómo es que le dejan, a un expresidente de la República, con lo que hizo por este país, no recibir visitas?”, reclamó Hoffmann.
“El expresidente Lula tiene derecho a recibir visitas aquí”, aseveró y agregó que confía en que la jueza responsable por su custodia, que en la víspera autorizó la visita de estos 11 senadores, dé luz verde al resto de las solicitudes.
Por su parte, el senador Joao Capiberibe, del Partido Socialista Brasileño (PSB), expresó que Lula “está tranquilo e indignado con la distorsión de las informaciones que están llegando a la población” y y les dijo que “la única arma que tiene es su inocencia”.
El legislador comentó que el ex jefe de Estado (2003-2010) continúa creyendo en la democracia y en la justicia y que está preocupado no con sus condiciones y sí “con la inestabilidad que atraviesa el país”.
También pidió flexibilizar el régimen de visitas, que ahora solo permite la visita de sus abogados, familiares solo los miércoles y de amigos y conocidos previa autorización judicial.
“Lula es un hombre interactivo, se pasaba los días conversando, discutiendo, trabajando y hoy está muy aislado y ese aislamiento es una gran preocupación de la comisión”, recalcó Capiberibe.
“Precisa tener dialogo con más personas. Es un preso político”, completó.
En la misma línea, Sousa dijo que el expresidente envía el mensaje de que “está menos preocupado por él y más preocupado por restablecer el estado de Derecho” en Brasil.
La causa por la que fue condenado Lula, una de las siete que enfrenta en la Justicia, la mayoría por sospechas de corrupción, se refiere a la supuesta cesión de un apartamento en el litoral paulista de parte de OAS, empresa implicada en el escándalo destapado en la petrolera estatal Petrobras.