El histórico senador republicano John McCain, quien sufre un agresivo cáncer en el cerebro, ha instruido a sus más allegados para que el presidente de EE.UU., Donald Trump, no acuda a su funeral, y en vez de él lo haga el vicepresidente Mike Pence, informó hoy el diario The New York Times.
El diario informó de que la familia de McCain tiene previsto que las exequias del senador tengan lugar en la Catedral Nacional de Washington cuando el legislador fallezca.
McCain, de 81 años, fue diagnosticado con un agresivo tipo de cáncer cerebral el año pasado y está en tratamiento en su estado de origen, Arizona, pero a pesar de su enfermedad, el senador continuó durante meses en su labor legislativa y controlando los movimientos con su equipo en Washington.
Pese a los esfuerzos médicos, parece que la situación del legislador, rival del expresidente Barack Obama en las elecciones de 2008, no mejora, por lo que su círculo más cercano está preparándose para su fallecimiento.
Desde su llegada a la Casa Blanca, la relación de McCain con Trump ha sido muy tensa, ya que el histórico e influyente senador lleva no ve con buenos ojos muchas de las políticas del mandatario ni su manera de gestionar las relaciones exteriores.
Uno de los episodios más tensos entre ambos ocurrió con el intento de derogación de la reforma sanitaria impulsada por Obama, cuando McCain votó en contra de los esfuerzos republicanos, instados por Trump, para acabar con ella sin ningún tipo de reemplazo.
Según el New York Times, McCain ha pedido ser sustituido en la Cámara Alta por alguien de su más estrecha confianza, y el diario apunta a que podría ser su esposa Cindy, quien ocuparía el cargo hasta las elecciones legislativas de noviembre.