La confirmación ocurrió dos días después de que la mayoría demócrata amenazara con cambiar las reglas parlamentarias para poner fin a la táctica dilatoria de la minoría republicana que impedía la votación sobre las designaciones de Pérez y otros altos funcionarios del Gobierno.
Pérez, de 51 años de edad e hijo de dominicanos, encabezaba hasta ahora la División de Derechos Civiles en el Departamento de Justicia, una gestión que ha sido duramente criticada por los republicanos.
Durante las audiencias en el comité y antes de la votación en el pleno del Senado los republicanos repitieron sus críticas al trabajo que ha hecho Pérez en materia de derechos de voto e inmigración.
Ayer, miércoles, sesenta senadores votaron a favor de dar por terminadas las dilaciones y de someter a voto en el pleno la postulación de Pérez.
Para vencer las maniobras parlamentarias, bajo las reglas actuales del Senado, se necesitan 60 votos y para llegar a esa cifra los demócratas, que tienen 52 senadores, contaron con la colaboración de los republicanos Lamar Alexander y Bob Corker, de Tennessee; Susan Collins, de Maine; Mark Kirk, de Illinois; John McCain de Arizona, y Lisa Murkowski de Alaska.
Durante el debate, el republicano John Cornyn, de Texas, dijo que Pérez “tiene un historial de gestión ideológica y polarizante”, en tanto que su correligionario Marco Rubio, de Florida, argumentó que Pérez no ha respondido a algunas preguntas durante las audiencias previas a la votación.
Rubio tampoco estuvo de acuerdo con que se limitara el debate y se pasara a votación y advirtió: “se nos pide que votemos acerca de alguien que tiene un desprecio claro por las citaciones del Congreso”.
La postulación de Pérez contó con un respaldo firme de los sindicatos y de las organizaciones latinas.
En una carta dirigida el martes a los principales dirigentes demócratas y republicanos del Senado, una coalición de apoyo liderada por la Asociación Nacional de Liderazgo Hispana (NHLA, en inglés) e integrada por unos 70 grupos latinos describió a Pérez como un “individuo excepcionalmente cualificado” para el cargo y destacó que ha demostrado una trayectoria de trabajo “bipartidista”.
Pérez, abogado de profesión y experto en derechos civiles, fue nombrado por Obama el pasado 18 de marzo, en reemplazo de la hispana Hilda Solís, quien dimitió el pasado mes de enero.