Quien se encuentra en una mala relación amorosa siempre tiene una voz interior que le murmura: “¡Sal de ahí!”. En ocasiones, hasta se desvelan pensando en qué será lo que esperan para irse.
Finalmente dicen: “No puedo continuar, mañana mismo me voy”, pero al siguiente día, cuando se levantan, tienen una excusa para justificar el por qué no pueden alejarse. Y no estoy hablando de una excusa con peso como lo sería tener un hijo en común con esa persona. ¡Me refiero a los motivos absurdos que usan muchos para no terminar una mala relación! Como estos:
Sexo: El resto de la relación es un desastre, pero debido a que las relaciones sexuales son buenas, aguantas el martirio que estás viviendo. ¡Como si se pudiera vivir de sexo!
La renta: Muchos permanecen con la persona equivocada porque se dividen las cuentas. La realidad es que siempre se puede encontrar a otro compañero de cuarto que pague la mitad de la renta.
Lástima: Sabes que no le quieres y no deseas un futuro con esta persona, pero como tu pareja realmente no ha sido mala, piensas: “No tengo el derecho de romperle el corazón”. Pero tampoco tienes el derecho de jugar con sus sentimientos.
Amigas solteras: Todas se quejan de su soltería y aseguran que no quedan hombres buenos, así que tu deduces: “Es mejor estar en una mala relación que estar soltera lamentándome”.
Sseguramente no hay nadie mejor afuera: Qué importa si no hay alguien mejor o peor, el punto es que eres miserable. Como dice el refrán: “Mejor solo que mal acompañado”.
Festividades: Las celebraciones siempre son una “buena” excusa: “Falta poco para el día de San Valentín” o “Se acerca nuestro aniversario”. El problema es que durante todo el año siempre habrá alguna ocasión especial que va a interferir con tu separación.
Ninguna de estas excusas justifica quedarte en una relación que no te conviene.