Reynaldo Peguero, rpeguero.cdes2030@gmail.com
Más allá que un santiaguero ocupe la presidencia de la República o que diferentes ministros sean cibaeños. Además de admitir que la ciudad cuna de la Restauración de la Independencia conserva un “buen saber hacer” en planificación estratégica. Dado el gran volumen de inversión del presidente Abinader y el buen gasto del sector privado, muchos se preguntan ¿cuál es el secreto de los éxitos de Santiago?.
Desde las devastaciones del gobernador Antonio Osorio y ordenadas por el Rey Felipe III, hasta la Independencia de la República. Desde el boom industrial de la década de los años 70 de siglo pasado, hasta nuestros días, todo el mundo busca la fórmula del por qué, Santiago mantiene la primacía de sus ideas innovadoras, que se transforman en proyectos de impacto.
Pensadores, artistas, militares y políticos como Pedro Francisco Bonó, en sociología. Frank Moya Pons y Edwin Espinal en historia. Danilo de los Santos y Domingo Batista en las artes visuales. Juana Salta y Topa, Benito Monción y Fernando Valerio en lo militar; y Ulises Francisco Espaillat, Joaquín Balaguer y Antonio Guzmán en política. Todos aportan buenas pistas.
Sin embargo, tal como exponía en un conversatorio en San Pedro de Macorís, el punto de partida principal para entender las virtudes de Santiago para hacer las cosas, es la característica de la propiedad de la tierra. En Santiago y el Cibao predomina el minifundio.
Pedro Juan del Rosario, Guillermo Moreno, Aura Fernández y el Plan Estratégico Santiago, entre otros, en diversos estudios, demostraron cómo en El Cibao, cientos de miles de familias son dueñas de miles de diversas fincas pequeñas que de acuerdo a la ley 314-72, son menores 1,500 tareas (0.9 Km2), en buenos territorios para el cultivo de Agrología I.
Sociológicamente está demostrado que a menor es la superficie en Km2 de propiedad de un predio, sus dueños y trabajadores conocen mejor su geografía, reaccionan con más identidad al olor de la tierra, color de sus flores y calidad de sus productos. Mientras más personas conocen la tierra donde viven o cultivan, mayor es la identidad y sentido de pertenencia de la misma.
Isabel Avendaño también lo demuestra. Es profesora de geografía del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas, en su aporte “Recorrido teórico a la territorialidad desde uno de sus ejes: El sentimiento de pertenencia y las identificaciones territoriales”. Valora diferencias sociológicas y territoriales entre la topofilia y la topofobia. Los cibaeños son topofílicos porque defienden el territorio donde residen; versus sus contrarios, los topofóbicos. Después seguimos.