Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1 Corintios 11:1. La Biblia Lenguaje actual describe este mismo versículo de la siguiente manera: -Así que sigan mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.-
Esta exhortación que el Apóstol Pablo hacía a los corintios por mandato del Espíritu Santo tiene muchas lecturas y encaja perfectamente en estos tiempos caracterizados por la hipocrecía, la maldad, la falta de justicia, el falso maestro, la falta de amor, unidad y comprensión, también por el negocio que predomina en una parte de la Iglesia del Señor{Mercaderes del Templo}, y ÉL está mirando todo eso a la espera de que se produzca una verdadera humillación para entonces ÉL “Oir y Hacer desde los cielos”.
– Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14.
Es una verdad brillante que hemos dejado de seguir el ejemplo de Cristo en un por ciento% muy elevado por lo que tenemos que volver a enderezar los pasos de nuestra senda y ponernos a tono y sintonizar con los requerimientos y mandamientos de nuestro Señor.
Parecería que cada quien maneja la Iglesia con su “librito” y hemos ido dejando en el laberinto del olvido los valores de las Sagradas Escrituras para darle el paso a “nuestro yo” en la Casa de Dios.
Como que nos hemos olvidado de imitar “las cosas” que Dios dijo, y la carne saca su pecho en este tiempo presente vistiendo sus mejores galas para pulsear contra el orden, designio y consejo del Espírito Santo, “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. Romanos 15:4.
Pero hay un remanente fiel “que no ha doblado sus rodillas a Baal”, gracias a Dios, que proclama “al Dios de la paciencia y de la consolación para que dé a la Iglesia un mismo sentir según Cristo Jesús”, para que unánimes, a una voz, el pueblo glorifique al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”, Romanos 15:5-6, en medio de la desobediencia y el alejamiento de muchos y muchas de los principios de la Palabra.
Estamos a tiempo, revisemos la agenda de Cristo nuevamente, seamos imitadores del ejemplo Jesucristo y volvamos al Camino por ÉL trazado a su Iglesia.
El Consolador está observando y tomando nota en medio de la apostacía, cuidemos nuestros pasos. “La voluntad de Dios es nuestra santificación”. 1 Tesalonicenses 4:3.
Manténte muy despierto al acontecer de los hechos proféticos acorde con lo que dice la Palabra, “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”; 1 Timoteo 4:1.
