NUEVA YORK._ El esperado juicio al supuesto terrorista dominicano José Pimentel, nativo de Santiago de los Caballeros y quien en el 2011 fue acusado por la policía de conspirar para asesinar soldados del ejército de Estados Unidos, atacar cuarteles y destruir edificaciones importantes como el Museo de Tierra, Aire y Mar en el río Hudson, se retrasó ayer martes una vez más, cuando su abogada, Susan Walsh, alegó que faltan documentos importantes para ella poder establecer la estrategia de una defensa exitosa.
Pimentel, quien se convirtió al Islam, después de llegar pequeño a Nueva York desde la República Dominicana adoptó el nombre musulmán de Muhammad Yusuf.
El alcalde Michael Bloomberg lo calificó como “un lobo solitario”, cuando fue arrestado en el Alto Manhattan el 19 de noviembre del 2011, siendo acusado de estar fabricando bombas en codos de tubos plásticos de tubería de agua y con bombillitos navideños que Pimentel compró en una tienda de artículos de 99 centavos.
Su apresamiento, generó un enfrentamiento con investigadores del FBI, el alcalde y la policía, debido a que la agencia federal dijo que el dominicano, no representaba una amenaza real a la seguridad de Estados Unidos y que no está afiliado a ninguna organización terrorista internacional.
La uniformada dijo que Pimentel, se disponía a detonar tres bombas cuando un informante infiltrado en su casa por los investigadores, dio la voz de alerta, siendo detenido a tiempo.
La abogada del dominicano, que tiene 29 años de edad y se cree que ha sufrido de conducta bipolar, según su madre, le dijo al juez Thomas Farber que el Departamento de Justicia, no le ha entregado la documentación completa y necesaria para ella poder asumir la defensa adecuada del sospechoso.
El magistrado le preguntó a la jurista si la fiscalía le había entregado material suficiente, si cree que faltan documentos o si hay evidencias que ella no ha visto todavía.
“No hemos logrado tener una respuesta por escrito del Departamento de Justicia, diciendo que no hay nada, no podemos encontrar lo que falta o lo que sea…”, respondió la abogada Walsh.
Añadió que hay una parte importante de la documentación que ha sido publicada por los medios de comunicación, pero que los fiscales n o se la han entregado a ella.
“Debo tener esas filtraciones para defender adecuadamente al señor Pimentel”, insistió la abogada al juez Farber.
El magistrado le dijo que no puede impedir que reclame lo que ella crea es necesario y tiene el derecho a poseer para montar la defensa del acusado.
En una vista celebrada el pasado 22 de marzo en la corte y a puerta cerrada sin acceso a la prensa, el juez ordenó que no se diera a conocer el nombre del informante, quien tiene un caso con la justicia y habría cooperado con los investigadores a cambio de un trato benévolo.
Pimentel se convirtió al Islam en el 2005, nunca ha ocultado sus creencias y asistía regularmente a una mezquita en el bajo Manhattan.
Abrió un sitio en la Internet denominado trueislam1.com y una cuenta en youtube en cuyos espacios difundía videos de su ídolo, el clérigo radical Anwar Al-Alaki.
Las autoridades, encabezadas por el alcalde Michael Bloomberg, el Comisionado de Policía Raymond Kelly y el Fiscal de Distrito en Manhattan Cyrus R. Vance Junior, dijeron en conferencia de prensa que el criollo había armado dos de tres “bombas” que había fabricado en codos de tubos metálicos, con un reloj y bombillitos de adorno navideño.
Señalaron que tuvieron que actuar rápidamente, porque Pimentel estaba listo a salir a las calles a atacar estaciones de la policía, oficinas de correo, carros patrulleros y asesinar soldados y policías. También que tenía entre sus blancos estructuras tan fuertes como el museo USS Intrepid que exhibe en el portaviones del mismo nombre lanchas, barcos, aviones de guerra y otras maquinarias usadas por Estados Unidos en la II Guerra Mundial, Vietnam y en la invasión de 1965 a la República Dominicana.
“Pimentel quería asesinar soldados del ejército de los Estados Unidos que han regresado de las guerras de Irak y Afganistán, explotar oficinas de correos en el Alto Manhattan, carros patrulleros de la policía con oficiales dentro y hasta una estación policial en la ciudad de Bayone en New Jersey”, dijo el comisionado del NYPD.
Aclaró el jefe policial que como Pimentel no era parte de una conspiración, no tenía contactos conocidos en el extranjero, por lo que el alcalde lo calificó como “un lobo solitario”.
Pimentel se crió en Manhattan desde su llegada de la República Dominicana a Nueva York, con excepción de cinco años que vivió en el poblado de Schenectady en Albany. Las autoridades explicaron que el terrorista dominicano hacía comentarios con familiares y allegados sobre su posición islámica e incluso, en memoria de sus “héroes”, una vez quiso cambiarse el nombre por el de Osama Huseein en referencia a los asesinados Osama bin Laden (fundador de Al Qaeda) y Saddam Hussein, el ex dictador de Irak.
Kelly añadió que Pimentel tenía el propósito de que el mundo supiera que en Nueva York podía iniciar su “guerra santa”, mientras en otras partes del mundo se lucha contra Occidente. Pimentel estaba planeando viajar a Yemen donde quería entrenarse y luego convertirse en un “mártir” de la “yihad” o guerra santa islámica. Logró viajar a Yemen e intentó comunicarse con Awlaki a través de un correo electrónico que nunca le fue contestado por el asesinado clérigo terrorista.
La investigación acerca del dominicano, explica el comisionado Kelly, comenzó en el 2009 a través de averiguaciones en la red del Escuadrón de Inteligencia Anti Terrorista del NYPD y desde entonces las autoridades comenzaron a vigilarlo y seguirlo.
En enero del 2010, Pimentel abrió un sitio web titulado www.trueislam1.com en el que difundía cómo fabricar bombas con instrucciones tomadas de “Inspire”, la revista en inglés portavoz de Al Qaeda y su rama terrorista en Yemen. En medio de las investigaciones, el dominicano comenzó a hacer confesiones incriminatorias a un informante encubierto del NYPD y las conversaciones fueron grabadas.
Las bombas, comenzó a fabricarles en octubre de este año para lo que compró materiales en una tienda “Home Depot” situada en un mall (centro comercial) de la calle 149 en El Bronx, cerca del estadio de los Yankees y especializada en el área de construcción y el hogar. También compraba en una tienda de 99 centavos.
Adquirió en esos establecimientos un reloj, los codos para los tubos y luces navideñas, elementos que usó en la fabricación de las bombas. Luego de hacer las compras, informaba al confidente
Por: Miguel Cruz Tejada