Estoy perdiendo el control de mi vida”. Con este mensaje de texto Ellen Scott, 23 años, aparentemente buscaba despedirse de su madre para siempre.
El mensaje fue enviado el 25 de junio de 2016, a solo horas de haber sido encontrada muerta en una habitación del Hallmark Hotel cerca de Manchester Airport. Habían pasado dos días de su cumpleaños. La joven se ahorcó a poco de su viaje a Toulouse, Francia, para visitar a amigos.
Adicional al texto, en el cuarto habían papeles con las palabras “suicidio” y “recuperación”.
Los padres de la bloguera inglesa que estudiaba un bachillerato en Manejo de Eventos en la Leeds Beckett University, no se esperaban la escena, ya que, según ellos, la joven era “maravillosamente inspiracional” y “la persona más amable del planeta”.
Sin embargo, la angustia de la mujer afloró ante la posibilidad de perder a su hijo que se fue temporalmente a vivir con su padre.
Aunque la madre tenía la custodia, la preocupación por el pleito legal la llevó a tomar medicamentos para la ansiedad; además, la inquietud por una prueba de embarazo la tenía deprimida.
La madre de la suicida, Anna, dijo en una audiencia reciente del caso, que “la corte ordenó que el padre podía tener al niño una semana a fin de mes y ahí fue cuando la ansiedad aumentó, cuando no estaba con él”.
La mujer agregó que su hija “trató de llenar su semana con cosas para no pensar en lo mismo”.
Anna dijo que el día de la muerte, Ellen no se escuchaba mal cuando hablaron a las 4 p.m. Pero que, posteriormente, su tono se escuchaba más serio y empezó a mencionar un posible embarazo y que necesita hablar con su prometido. Fue entonces cuando la madre le dijo que regresara para que hablara con él y que no se fuera a Francia. Poco después recibió el mensaje de alerta que “anunciaba” la tragedia.