Luego de dos meses y medio de que los servicios religiosos hayan sido prohibidos por la pandemia del COVID-19, la mañana de este domingo las misas católicas y cultos evangélicos comenzaron a realizarse bajo estrictas medidas de seguridad.
Las celebraciones religiosas de las iglesias reiniciaron su marcha habitual, pero con la salvedad de que la cantidad de feligreses asistentes debe ser reducido.
En la Iglesia Monte de Dios, de la avenida John F. Kennedy, se implementó un protocolo que comenzaba en el momento exacto en el que los feligreses se adentran al templo.
Marcos Méndez es parte del equipo organizador del protocolo de COVID-19 de la referida iglesia, quien explicó que para participar en el servicio tiene que permitir que se le tome la temperatura en la entrada, al igual que la debida desinfección de las manos con gel que es ofrecido en la puerta.