Las protestas en contra de la minera Barrick Gold y de la cruenta represión de la Policía Nacional en Cotuí se extendieron a San Francisco de Macorís este jueves, donde decenas de neumáticos fueron incendiados en la zona Norte y Sur de esta ciudad.
Las protestas que comenzaron al caer la tarde, alteraron el normal desenvolvimiento de las actividades nocturnas en San Francisco de Macorís, al provocar que la población se recogiera a tempranas hora y que las clases en el Centro Universitario Regional del Nordeste (CURNE) se interrumpieran al caer la noche, debido a que los estudiantes se retiraron prematuramente a sus casas, ante el temor de que las acciones callejeras tomaran fuerza.
Una marcha en la que comunitarios de Cotuí exigían empleos a la Barrick Gold, que se desarrollaba de forma pacífica, fue objeto de una agresión de parte de agentes policiales, que más de veinte personas heridas, entre ellas el periodista Ramón Antonio Salcedo Soto, el presidente de la Unión de Juntas de Vecinos, Leandro Sepúlveda Villar y el reportero gráfico Wilson Aracena.
En las protestas que se sucedieron murió Jhoan Joel Medina, de 17 años de edad, quien residía en La Cruz de Quita Sueño, quien recibió un impacto de bala en la cabeza en la calle Hostos equina Mella de la ciudad de Cotuí.
Raúl Monegro, vocero del FALPO en la región Noreste, mediante declaración vía telefónica expresó su enérgica condena a la brutal actuación de los agentes la PN en Cotuí, que ayer dejaron un saldo de un muerto y una veintena de heridos, y dijo que la entidad popular seguirá manifestando su repudio a la acción policial y en solidaridad con los cotuisanos en lucha.
“La bestialidad exhibida por un contingente policial ante una marcha pacífica contra la Barrick Gold en La Cabirma, comunidad del municipio de Cotuí, no es casual ni se trató de un simple exceso de un agente; es consecuencia de la subordinación del Gobierno y el Estado dominicano a la minera transnacional, que han comprometido a la Policía Nacional para proteger la empresa y defender los intereses, aún a costa de la vida de dominicanos”, manifestó Monegro.
Rechazó las declaraciones de la Barrick hechas a través de Jorge Esteva, Gerente de Comunicaciones de la empresa minera, en la que responsabiliza de los sucesos a los organizadores de la marcha, a quienes en declaración de prensa acusó de que “promueven el desorden y la inestabilidad dentro de la comunidad”.
El coordinador del Falpo rechazó que la minera canadiense haga acusaciones públicas y exponga supuestas “investigaciones” sobre hechos ocurridos en comunidades, adelantándose a organismos del Estado facultados para ello.
“La Barrick Gold ejerce funciones paraestatales y se adelanta a ofrecer versiones en busca de “confundir y manipular” a la opinión pública con supuesta investigaciones, además de “maniobrar a través de infiltrados” que tratan siempre de hacer abortar las protestas”, sostuvo.
Monegro defendió la protesta como un derecho reconocido por la Constitución dominicana y exigió una investigación independiente de la de la Policía Nacional.
De su parte, Jhonathan Pichardo, vocero del Falpo en Cotuí, acusó a la Barrick Gold propiciar la represión policial al solicitar la presencia de agentes de operaciones especiales para contener una marcha que se había anunciado como una manifestación pacífica.
Manifestó que el Falpo protestará para que la muerte del joven cotuisano no quede impune, tras señalar que “no fue un animal que mataron”.
Pichardo expresó la disposición del Falpo de continuar las movilizaciones en todo Cotuí y dijo que la dirección regional Noreste de la organización coordina extender las mismas a San Francisco de Macorís y otros pueblos de la región, hasta lograr justicia.