El ex presidente francés Nicolas Sarkozy admitió su derrota y reconoció que los exprimeros ministros François Fillon y Alain Juppé se jugarán en la segunda vuelta ser el candidato a la Presidencia del centro-derecha francés.
Al mismo tiempo, pidió el voto en esta segunda ronda de las primarias para Fillon, de cuyas ideas políticas se encuentra “más cercano”.
“Mi deber me obliga a decir con lealtad que, pese a mis desacuerdos pasados con él, Fillon ha comprendido mejor los desafíos que afronta Francia. Por eso votaré por él en la segunda vuelta”, aseguró Sarkozy.
Sin decirlo de forma clara, Sarkozy dejó entrever que esta derrota pone fin a su larga carrera política, de más de cuatro decenios.
“Quiero dar las gracias a mi mujer y a mis hijos. Siento haberles impuesto muchas penalidades. No es fácil vivir junto a un hombre que despierta tantas pasiones como yo. Ha llegado el momento de aportarles más pasión privada y menos pública. Buena suerte a Francia”, señaló.
El expresidente obtuvo, según los resultados parciales, alrededor de un 20 por ciento de los votos, la mitad que Fillon y 200.000 menos que Juppé, lo que le elimina de la carrera por el Elíseo.
Sarkozy recordó que ha trabajado con los dos supervivientes de las primarias, de quienes dijo que “ambos honran a la derecha francesa”, y se comprometió a apoyar al que venza en la segunda vuelta, sea quien sea.
Pidió a sus electores que no voten por los partidos extremos, en una clara referencia a la ultraderecha que encarna el Frente Nacional de Marine Le Pen.