Washington, 30 oct (EFE).- El ciclón “Sandy” pasó por la capital de Estados Unidos, Washington, con menos violencia de lo esperado, pero en sus alrededores dejó unas 140.000 casas sin luz y se investiga si también fue causante de tres muertes. El Servicio de Emergencia del estado de Maryland informó a Efe de que investiga tres muertes posiblemente vinculadas al paso de la tormenta tropical, sin dar más detalles.
Al menos 29 personas han muerto en EE.UU. y otra en Canadá a consecuencia de accidentes provocados por “Sandy”, que tocó tierra esta lunes por la tarde en Nueva Jersey y produjo un caos en el noreste de Estados Unidos, del que aún no se ha salido del todo.
En la periferia de Washington unas 140.000 familias permanecen sin electricidad desde el lunes, hay desperfectos en viviendas, árboles caídos, calles cortadas y embarradas, semáforos que no funcionan y tiendas con productos frescos dañados.
En el centro de la capital el transporte público sigue sin funcionar, las oficinas del Gobierno federal están cerradas y la mayoría de los comercios permanece con la persiana bajada, lo que le da a la ciudad un aire de domingo.
Como otros muchos, Jen Kang, que vive en el norte de Virginia pero trabaja en la capital, ha salido a pasear junto a su esposo por la zona de la Casa Blanca para aprovechar este día de asueto.
“Estamos sin luz desde anoche a las diez y no sabemos cuando volveremos a tener. Estuvimos varios días sin luz por una tormenta el pasado verano”, señaló en declaraciones a Efe.
En algunos barrios de la capital se veían corros de vecinos que comentaban los desperfectos de la tormenta nocturna y aprovechaban el día libre para comprar en las pocas tiendas abiertas.
“¡Hace buen tiempo hoy!”, exclamó a Efe a la vuelta de hacer la compra Nathaniel Feingold. “Ni ayer ni hoy he trabajado. Mi edificio de oficinas está cerrado, creo que ayer tuvo sentido, pero lo de hoy es innecesario…”.
Para quien cobra por día es más duro: “lastimosamente no he podido trabajar, espero la llamada de mi jefa para saber cuándo vuelvo al trabajo y dependo del transporte público”, comentó Heydi Ramírez, una latina de origen guatemalteco.
En Mount Pleasant, un área comercial con muchas tiendas latinas, Ricardo Ruiz, de origen nicaragüense, admite que “pensaba que era mentira toda la alarma creada” antes de la llegada de “Sandy”.
“No lo era. No hemos sufrido tanto como en Nueva York, pero fue bastante feo. Llevo 33 años vividos aquí y es la tormenta de mayor magnitud que he visto”, reconoció.
“Ha habido mucha sugestión, no es nada comparado con lo que pasó en el siglo pasado en otros países”, discrepa Ernesto Rodríguez, originario de El Salvador, país que sufrió graves catástrofes naturales en los años noventa.
En los corros de vecinos, el tema más comentado es cuándo volverán el trabajo. “Aquí, en Washington, si no trabaja el Gobierno no trabaja nadie”, dice uno de ellos.